Las trabajadoras de Seralia denuncian «nuevas coacciones y acosos» por parte de la empresa Seralia, la nueva adjudicataria de la limpieza de colegios y edificios municipales, para «obligarnos a limpiar las aulas», a pesar de que esta tarea no está contemplada entre los servicios mínimos. El decreto municipal obliga a las trabajadoras durante la huelga a limpiar los aseos y vaciar las papeleras a diario así como asumir las zonas comunes -pasillos y escaleras- una vez a la semana.

Las denuncias de acoso se intensificaron ayer durante la tarde, cuando las trabajadoras de La Candelaria y Alejandro Casona desempeñaban su trabajo. «En ese momento, encargados de la empresa accedieron a los centros escolares en compañía de la Policía Municipal, quienes les abrieron las puertas de los colegios», recriminan las afectadas. Una vez dentro, el encargado «nos ha entregado un papel sin ni siquiera membrete con las tareas que tenemos que ejecutar, por encima de los servicios mínimos», explican con el folio en la mano. Esta circunstancia abre a las trabajadoras la posibilidad de «acudir a Inspección de Trabajo».

Los representantes sindicales de las trabajadoras están llamadas a una nueva negociación hoy con el objetivo de desbloquear la situación de huelga indefinida. No obstante, la plantilla tiene muy claro que «no aceptaremos ningún recorte por encima del 5% en salario y jornada, porque nuestros sueldos son bajos y llegará el día que tengamos que pagar por trabajar», insisten. El pasado jueves, las trabajadoras mantuvieron una reunión de más de cuatro horas y no fue hasta el lunes cuando recibieron contestación «y nos comunicaron que no podían aceptar el acuerdo», explicó en su momento Manuel Antón, el secretario regional del sector de Limpieza de UGT. La propuesta implicaba la readmisión de las cinco trabajadoras despedidas, pero a cambio de recortes en jornada y sueldo «en una media del 18%».

Un día más y, al igual que en todas las jornadas anteriores desde que empezó la huelga, el pasado 13 de febrero, las trabajadoras se concentraron ayer a las puertas del Ayuntamiento durante una hora para protestar por su situación. En ocasiones, la plantilla cuenta en sus actos de con el apoyo de padres y madres de colegios públicos afectados por la reducción del servicio adjudicado a la firma Seralia.