Ideas no les faltan, y tampoco lugares a los que le darían un cambio radical con un toque de diseño. Los alumnos de la Escuela de Arte de la capital que terminan este año el Grado en Diseño se fijan en zonas como las márgenes del Duero, las islas o en edificios como el Mercado de Abastos para elaborar su trabajo fin de Grado y mejorar así las condiciones en la que se encuentran. Saben que la financiación pública no está en su mejor momento, pero dejar que sus ideas se queden en la maqueta no está entre sus planes.

A través de sus ojos de futuros Graduados en Diseño, los alumnos de la Escuela de Arte y Superior de Diseño (EASD) de Zamora han imaginado proyectado como serían varias zonas de la capital si de ellos dependiera su renovación.

Así lo han demostrado a través de sus proyectos fin de Grado los estudiantes Diana Rubio, Ángel Martín y Antonio Vázquez, que han tomado como referencia tres zonas emblemáticas de la ciudad para mejorar, con sus conocimientos, el aprovechamiento social de esos lugares.

La isla de Los Bañaderos ha sido el lugar escogido por la alumna Diana Rubio para, por un lado conseguir su título de graduada y por otro crear un proyecto de mejora que consiga «crear unos espacios que incluyan restaurante, cafetería, una zona de vestuarios y solárium, además de punto de información y un espacio de baño», explica la autora del trabajo, que insiste en la necesidad de que la intervención «consiga mimetizarse con el espacio que ya tenemos, hacer que las formas no llamen la atención en el entorno pero a la vez se abra hacia el río y podamos disfrutar de las vistas», explica Rubio.

La alumna ha aprovechado el desnivel del terreno cercano al río para introducir el edificio, que logra fundirse con el paisaje, «sin que ningún edificio ni objeto nos quite la atención del espacio».

Con unos 300.000 euros se podría construir el edificio de restaurante, cafetería y vestuarios, aunque se sube mucho más cuando hablamos del movimiento de tierra y otros trabajos necesarios para sacar adelante el proyecto.

Tras ocho meses de trabajo, Diana ha traído al mundo a su «hijo», que aunque reconoce que «una cosa son las intenciones que tienes y otro lo que consigues hacer, al final sí que he logrado lo que quería», comenta orgullosa.

Entre las islas y el río también se desarrolla el proyecto del alumno Ángel Martín, que sin embargo ha tomado como principal referencia el antiguo puente del ferrocarril que cruza el Duero. «He querido aprovechar el antiguo viaducto para hacer una acceso a la zona de agua y un restaurante flotante, que son pequeñas embarcaciones tipo holandesas que están incluidas en la pasarela», se pronuncia Martín, que afirma que a pesar de lo espectacular del proyecto, «se puede construir, donde se pisa es una estructura ligera y metálica, luego van los flotadores debajo y luego otra estructura», explica.

El alumno ha querido jugar con distintas experiencias, como el acceso a través del rampas al antiguo viaducto, que tendría que acondicionarse para hacerlo accesible, «y que tome contacto con el agua y con la tierra, y lograr así uno de mis objetivos: comunicar la parte norte y sur de la ciudad a través del puente, desde el que se accede a las islas del Duero».

La zona del río acapara muchos de los proyectos de la Escuela, debido a sus posibilidades y a que los propios alumnos consideran que la zona «necesita intervención importante, todos los proyectos que se han hecho para abastecimiento del agua se han hecho continuando con la línea de dar la espalda al río, y solo cubren la margen derecha, la izquierda está impracticable», se queja Ángel Martín, que pone como ejemplo de mala actuación una de las islas del Duero, «que solo se utiliza para que la gente pasee sus perros». Otro de los proyectos, presentado por el alumno Antonio Vázquez, acomete una mejora en el Mercado de Abastos de la capital, otro de los lugares emblemáticos de la capital.

Aunque no tienen esperanzas en ver sus diseños plasmados en la ciudad a corto plazo, los estudiantes están convencidos de que sus ideas, «no se va a quedar en la maqueta».