La firma de la línea de préstamo por valor de 80.000 euros de la Junta Pro Semana Santa con Caja Rural prevista para la tarde de ayer, permitirá al órgano cofradiero hacer frente a la devolución del dinero que habían prestado varias hermandades hace tres años y que todavía no había sido reintegrado.

El presidente de la Junta Pro Semana Santa, Antonio Martín Alén, señaló ayer que la devolución del dinero, 41.000 euros, que se debe a las cofradías se hará de forma inmediata, una vez que se puede disponer ya del dinero del crédito, lo que sin duda permitirá aliviar la situación de las hermandades en estos momentos en que la crisis económica general y especialmente la que vive la Junta de Semana Santa, impide prestarles la ayuda habitual para la contratación de bandas. «Las cofradías prestaron el dinero hace tres años en la idea de que les sería devuelto en un año. Han pasado tres y todavía no se ha hecho». Por lo tanto, son ahora mismo la prioridad, junto con otros pagos perentorios.

La Junta de Semana Santa ya ha afrontado unos trece mil euros en pagos pendientes de los años 2008 a 2010 y la idea es ir saneando la entidad en la medida de sus posibilidades, con el fin de estabilizarla financieramente. Una vez se consiga este objetivo será el momento de replantearse la vuelta a las ayudas a las cofradías, sobre todo las que más gastos tienen que soportar para sacar las procesiones a la calle, una línea en la que «estamos todos de acuerdo».

Una de las preocupaciones de algunos dirigentes de la Semana Santa zamorana, como la presidenta de Nuestra Madre, Isabel García Prieto, es que la situación de crisis económica que viven las familias produzca un efecto negativo a la hora de pagar las cuotas de las hermandades. El razonamiento es que ante una situación de penuria económica habrá muchas personas que pertenecen a un gran número de hermandades, que se planteen seguir solamente en aquellas cofradías donde realmente salen y abandonen otras. Es solo, aclara, una impresión, que tendrán que corroborar los datos.

Martín Alén, sin embargo, no cree que se produzca este fenómeno, entre otras cosas porque las cuotas de las hermandades están muy ajustadas. La mayoría cobra una cuota de diez euros anuales y el máximo está en 20 euros al año, lo que no supone un gran desembolso. Una prueba de que las cofradías siendo atractivas para los zamoranos es que las listas de espera no descienden y en algunos casos, como la Vera Cruz, la expectativa de incorporación de la mujer (pendiente de ratificación por parte del Obispado) ha hecho que se hayan agotado las hojas de solicitud para entrar en la hermandad en el Museo de Semana Santa.