Los vecinos del edificio anejo al teatro Ramos Carrión volverán a ver liberada la servidumbre que en su día ocupó la Diputación Provincial con la construcción de las taquillas del edificio cultural remodelado: la institución deberá demoler esas dependencias. Así lo ordena el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que acaba de dictar una sentencia que confirma la dictada por la juez del Contencioso de Zamora, quien ya instó a la institución a reponer el paso vecinal.

En el primer fallo la magistrada zamorana establecía la obligación de restaurar el terreno ocupado, de tres metros de anchura, para permitir el uso de luces y vistas a la comunidad de vecinos colindante. La juez sostiene que las obras de rehabilitación y ampliación del teatro «invaden el espacio de tres metros sobre el que pendía la prohibición edificatoria», que el proyecto desarrollado por la institución provincial no ha respetado.

Ahora la institución provincial tendrá que tirar la construcción levantada sobre ese suelo propiedad de la comunidad de vecinos del inmueble próximo al teatro, cuyos integrantes interpusieron una demanda para recuperar la servidumbre. El fallo judicial cierra, según fuentes jurídicas, la vía de una posible negociación entre los vecinos y la institución que impida echar abajo las nuevas taquillas levantadas sobre una franja de terreno que se ocupo indebidamente.

En esa ocasión, el presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo, dijo no descartar acudir a la vía civil para que un juez determine la validez de la servidumbre, «si está limitada o tiene otras acotaciones con el paso del tiempo». Entre las pruebas aportadas por la comunidad de vecinos del edificio contiguo al Ramos Carrión están las escrituras, documento en el que se recoge la existencia de este pasillo común. Asimismo, se aportó otro documento en el que tanto los propietarios de los pisos como la Diputación se comprometían a no construir sobre esos tres metros, a fin de respetar las luces y vistas.

Fernández Maíllo, que declaró su respeto absoluto a la decisión de la juez zamorana, consideró que no entraba en el fondo del asunto, por dirimirse en la vía Contencioso Administrativa cuando, a su entender, sería una cuestión de derecho civil al tratarse del cuestionamiento de la validez de una servidumbre, avalada por «un documento de hace muchísimos años».

En su momento el presidente de la Diputación Provincial se refirió a la sentencia del Contencioso que ahora confirma el Tribunal Superior como «un pequeño incidente» para garantizar la continuidad de la inversión e incidió en que «la zona de las taquillas es una pequeña parte en una gran obra». El fallo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León cierra la vía administrativa, sin posibilidad de que la institución pueda recurrir en otra instancia.

Negociaciones infructuosas

La vía judicial fue el último recurso que tuvieron los vecinos del inmueble lindero con el teatro Ramos Carrión para tratar de mantener sus derechos sobre la servidumbre que ocupó el proyecto de rehabilitación del edificio cultural. Los afectados trataron de mantener negociaciones con la institución provincial sin éxito.

Protestas

La falta de diálogo llevó a los vecinos a efectuar protestas públicas y al despliegue de pancartas para denunciar lo que consideran un atropello.

Año y medio desde el primer fallo

Finalmente la comunidad vecinal acudió a la vía judicial y la magistrada del Contencioso de Zamora falló en junio de 2011 a su favor para exigir que se deje despejada la zona de servidumbre, de tres metros de ancho, para mantener las luces y vistas.