El consejero respondió a las críticas socialistas sobre el deterioro de la sanidad regional reflejado en las listas de espera y el posible riesgo de privatizaciones. «El PSOE es que tiene un problema psicológico: dice que el aumento de la lista de espera supone privatización y esa ecuación solo está en su cabeza. Precisamente uno de los factores que explican que en todo el año se haya incrementado la lista de espera es que hemos reducido la concertación con lo privado. Castilla y León ha tomado la bandera de mantener el modelo que tenemos de sanidad pública y utilizamos los conciertos con la medicina privada de una manera moderada. En la cabeza de algunos socialistas hay unos proyectos de la Junta que no van por ahí. El modelo que tenemos es primero de éxito, mejorando las cosas en el contexto de la crisis, porque no hemos reducido derechos, ni prestaciones, ni servicios. Se han acomodado cosas, hecho ajustes, pero al ciudadano, en Primaria, se le atiende igual que hace cuatro años y al que acude al hospital se le atiende igual. Tiene que esperar un poco más, pero hay que asumirlo».

El consejero achaca al acuerdo de los descansos post guardia (el profesional que sale de guardia tiene libre el día siguiente) la principal causa de que los pacientes, sobre todo del medio rural no sepan muchas veces a qué hora pasa consulta el sanitario, cuánto durará la misma y si le atenderá su médico y su enfermera u otros distintos. «Requerirá un tiempo de reacomodo mantener las cosas bien organizadas. Es cierto que el médico cambia algunos días, pero al paciente se le atiende aproximadamente con la misma intensidad que antes, aunque quizá con alguna incomodidad más. Pero esas incomodidades no cuestionan el nivel de la asistencia ni su intensidad. Hay que ajustar en las zonas rurales los horarios de los consultorios, en colaboración con los alcaldes, para evitar que por ejemplo en verano haya incidencias».