Los únicos españoles cerca, sus libros. Los manuales del Grado de Turismo fueron el único contacto con el español que el estudiante de la Uned en Inglaterra, Fernando Bragado, tuvo durante el «apagón» de un mes que afectó a su localidad de residencia y le impidió conectarse a Internet o hablar por teléfono con su familia. Pero no se arrepiente de la «enorme experiencia» que está viviendo desde que decidió dejar España para encontrar un futuro que en su país, «no veía por ningún lado».

Licenciado en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca, Fernando Bragado hizo las maletas y a través de una agencia encontró un trabajo de ayuda domiciliaria en el municipio de East Hoathly, a 60 kilómetros de Londres. Mark, un inglés de 92 años necesita a alguien con él para que sus hijos estén tranquilos mientras permanecen fuera de casa, y hasta allí llegó el zamorano, que se dedica más a hacerle compañía que a realizar las tareas domésticas por él. «Para su edad está muy bien, y yo solo me limito a poner el lavavajillas, pasar el aspirador, hacer el té... poco más, porque él hasta se hace su cama», explica Bragado. Es por ese motivo por el que Fernando puede sacar adelante sus estudios de Turismo a través de la UNED de Londres, donde se ha matriculado gracias a la ayuda del centro de la Universidad a Distancia de Zamora.

«Tengo amigos que trabajan muchas horas y además llegan cansados o tienen mucha distancia entre su casa y el trabajo, pero yo no tengo esas limitaciones y por eso puedo estudiar y además dar clases».

En el pequeño pueblo Fernando es el único español, por lo que además de la expectación que despertó a su llegada, hace ahora siete meses, también ha logrado un puesto en una academia de idiomas donde un nativo español es un lujo. «La verdad es que es un reto y estoy muy contento con la oportunidad, pero el español es muy complicado, para enseñar y para aprender, y supone un gran esfuerzo», reconoce.

De momento no tiene pensado volver. Allí tiene un trabajo, ahorra, viaja y además aprende un nuevo idioma.

España queda lejos de su mente, y se suma así a una larga lista de amigos, conocidos y zamoranos en general que han emigrado en busca de una vida que aquí no pueden tener.