A punto de ser sentenciado por un jurado, el asesinato de un joven rumano por un tiro de gracia en el lado derecho de la cabeza constituye el último homicidio resuelto por la Guardia Civil, a expensas de que los nueve ciudadanos que juzguen al único acusado, un hombre gitano de Benavente, corroboren las pruebas presentadas durante la instrucción. La Audiencia Provincial celebrará este año la vista en la que será el tribunal popular el que decida si, como estima el Ministerio Fiscal, el joven fallecido fue asesinado de un tiro a corta distancia por el imputado, con el que tenía relación porque las parejas de ambos eran amigas. El finado fue abandonado en el monte «El Camino» de Villalpando, donde la perra de un cazador localizó su cadáver, arrojado bajo un árbol la madrugada de ese 9 de enero de 2011. El año comenzó con el único asesinato, posiblemente un ajuste de cuentas por drogas, que tuvo lugar a lo largo de sus doce meses.