Los años en los que la lubina o el cordero multiplicaban su precio de cara a las comidas y cenas navideñas ha quedado definitivamente atrás. Los industriales del Mercado de Abastos apuntan que los precios de los productos frescos más consumidos durante estas fechas apenas han variado su precio con respecto a hace unas semanas, pero los clientes creen que sí que ha habido «una ligera subida» en algunos alimentos.

Durante la jornada de ayer, una de las últimas que quedan para comprar los productos para la cena de Nochebuena, el lechazo y el cochinillo marcaban precios muy parecidos, que oscilaban entre los 13 y 14 euros por kilogramo. Las chuletas de cordero también mantienen sus precios más o menos estables y marcaban unos 12 euros el kilo como media. El tostón superaba los 10 euros por kilo en la mayoría de establecimientos, mientras que el solomillo no era capaz de alcanzar esa cifra.

En lo referente a las pescaderías, entre los alimentos más caros estaba, como es habitual, el besugo, que tampoco ha subido en exceso. La merluza variaba entre los 7 y los 8 euros por kilo, mientras que el salmón recogía precios cercanos a los 10 euros. Las cigalas registran gran variedad de precios, entre los 30 y los 48 euros.

Hay que partir de la premisa de que no es fácil comparar precios porque, en muchas ocasiones, la mayor o menor cotización de un producto depende sobretodo de las calidades que se ofrecen. A esto hay que añadir que los precios de algunos alimentos, como el capón o el pavo, que básicamente se consumen en estas fechas, son difíciles de extrapolar a otras épocas del año porque es ahora cuando registran un volumen de ventas realmente importante.

Los industriales apuntan que la crisis ha hecho cambiar de forma sensible los hábitos de consumo de los zamoranos de cara a las fiestas de Navidad. «Antes la gente no solía comprar algunas partes del cordero en busca de otras de mayor calidad», relataba un carnicero del Mercado de Abastos de la capital, «mientras que ahora se venden algo mejor».

También se ha registrado un mayor número de personas que ha adelantado las compras en busca de mejores precios y ha congelado los productos con el fin de evitar sorpresas desagradables a última hora.