Los caprichos del destino han querido que la Junta pro Semana Santa vuelva a tener presidente exactamente cuatro meses después de que el último dirigente, José Francisco González Poza, dejara el cargo con motivo de la moción de censura que la mayoría de las cofradías hicieron prosperar aquel 22 de agosto. Basta con que el candidato, Antonio Martín Alén, obtenga 41 de los 80 votos de los representantes semanasanteros en la asamblea que mañana por la tarde (20.15 horas) tiene lugar en el salón de actos del Museo.

Ayer mismo, los presidentes de las 16 cofradías recibían en sus domicilios la convocatoria para una nueva asamblea extraordinaria, la que ya parece definitiva. A Antonio Martín Alén, responsable de Las Capas, le bastaría con una mayoría simple, es decir, la mitad de los votos más uno. Cierto es que semanas atrás el dirigente de la Vera Cruz, Chano Lorenzo, obtuvo 52 papeletas favorables, suficientes para ser investido, pero desistió del cargo ante la caída a última hora de apoyos que daba por seguros y una hipotética reticencia del Obispado para ratificar el nombramiento.

La diferencia clave en este caso es que el nombre elegido, presidente de la Hermandad de Penitencia, es fruto del acuerdo entre la comisión gestora, las cofradías y el propio Obispado. El prelado Gregorio Martínez ha dado su aval para que Martín Alén lidere la Junta pro Semana Santa y saque el órgano de la situación de incertidumbre en la que se encuentra. Anteayer, con las negociaciones cerradas, el obispo aprovechaba su discurso en la misa de la Virgen de la Esperanza para pedir «unión» entre las cofradías con el fin de «luchar» por el futuro de la tradición semansantera.

La premura en la convocatoria de la asamblea extraordinaria tiene como motivo la necesidad de justificar las subvenciones concedidas por las administraciones públicas, particularmente en el caso del Patronato de Turismo y del Ayuntamiento de Zamora. Urge la investidura y ratificación del nuevo responsable para firmar y tramitar los documentos que dejen las ayudas en las arcas del órgano gestor.

El apartado económico es clave, pero no es el único. A los responsables de la mermada gestora -dimitieron Rufo Martínez y Chano Lorenzo y solo quedan tres miembros- le preocupan tramites tan tradicionales y necesarios como el nombramiento de los pregoneros de la Pasión o del premio Barandales de Honor, amén de aspectos prácticos como la edición del cartel oficial, encargado por la anterior comisión gestora al artista Fernando Mayoral.

Si no hay sorpresas -solo la negativa a la candidatura de Martín Alén de la mitad de las cofradías echaría abajo sus opciones como presidente- permitirá que el órgano gestor recupere su cabeza cuatro meses después. La mediación del obispo y el compromiso de varios presidentes de «echar una mano» en las labores de la Junta han sido definitivas para que el dirigente de Las Capas accediera a la propuesta pese a sus ya numerosas responsabilidades.

Cuestión diferente es el borrador de estatutos que se elaborado y redactado en los últimos meses a base de encuentros informales entre las cofradías. En un principio, las hermandades habían previsto investir a Chanor Lorenzo como presidente para aprobar, a continuación, un nuevo estatuto que afecta a la distribución del presupuesto y a la organización de la vida diaria de la Junta. Se estableció, de hecho, una nueva junta de gobierno o consejo rector con 16 miembros, cada uno con una actividad delegada. Sin embargo, aquel borrador del reglamento permanece en el cajón a la espera de solventar los problemas más acuciantes.

Justificar las subvenciones

El principal motivo de la premura en la convocatoria de elecciones a la presidencia reside en la necesidad de justificar las subvenciones públicas. Para poder contar con el dinero concedido, es necesario que la directiva de la Junta presente las facturas relativas al gasto.

Pregón y Barandales de Honor

A la comisión gestora le preocupan las decisiones protocolarias de la Semana de Pasión, como el nombramiento del pregonero de Zamora y del resto de localidades, o la distinción del Barandales de Honor, principal galardón que otorga la Junta.

El estatuto debe esperar

Aunque hace semanas parecía prioritario el cambio de funcionamiento del órgano gestor, el borrador elaborado está en un cajón. Aquel reglamento establecía un nuevo consejo rector de 16 miembros con participación en las decisiones de todas las cofradías.