La Cámara de Comercio e Industria de Zamora celebró el primer centenario de su fundación, hecho que se llevó a cabo un 19 de diciembre de 1912. Representantes de las instituciones públicas y un amplio elenco del empresariado zamorano se dieron cita en el salón de actos del Campus Viriato para rendir homenaje a una institución «que seguirá luchando por los intereses de la provincia».

Manuel Vidal, presidente de la Cámara de Comercio de Zamora, afirmó que las cámaras «ejercen la representación, promoción y defensa del interés general del comercio». Todos los empresarios al frente de la institución cameral zamorana, destacó «hemos luchado por un mismo fin: defender los intereses de la provincia y trabajar a favor de su desarrollo económico».

Vidal hizo un repaso a los «logros» conseguidos por la institución durante su siglo de vida. «Solicitamos la construcción del ferrocarril Madrid-Zamora-Orense-Vigo, la ordenación de las ferias y mercados, la creación de la Academia Mercantil y de la Escuela de Artes y Oficios, la construcción del Museo de Semana Santa o la cesión a Asprosub de los terrenos en Morales del Vino», apuntó. «No nos hemos cansado de insistir ante todo tipo de administraciones para que mejoren el abandono secular de nuestra provincia».

Además, hizo un llamamiento a los poderes públicos para que, además de sanear el sistema financiero, den «amparo, dedicación y estímulo a los empresarios para seguir adelante, porque el 90% del empleo de nuestro país lo crean las pequeñas y medianas empresas», aseguró. «Dentro de otros cien años, quizás en el ansiado Palacio de Congresos que hoy anhelamos, futuras generaciones celebrarán otros cien años más», concluyó.

El acto sirvió para homenajear a trece de las empresas centenarias que actualmente ejercen en la provincia. Los galardones recayeron en Servicios Funerarios Sever (fundada en 1834), Funeraria la Soledad Viuda de Mendiri (1867), La Superlativa (1870), Hierros Manuel Vidal (1871), Hostal Los Perales (1876), Casa Funcia (1877), El Redondel (1880), Harinas Gabino Bobo (1886), Alba Joyeros (1889), Librería Semuret (1900), Bodegas Otero (1906), Las Tres Tiendas (1909) y La Madrileña (1912).

Dionisio Alba, de Alba Joyeros, puso voz a todos los homenajeados y quiso «agradecer el trabajo que ha hecho la Cámara durante todos estos años». Además, destacó que «todas las empresas que hoy tienen más de cien años han superado momentos muy duros». Además, se mostró esperanzado en que las firmas centenarias saldrán «victoriosas» de esta crisis porque «ya superamos, nuestras empresas, los difíciles años 20, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil o la crisis del 92». Alba apuntó que «estamos orgullosos de ser centenarios» y se mostró esperanzado en que «hijos y nietos continúen con la tradición empresarial» de sus antecesores.

Durante el acto hubo tiempo para rendir homenaje a Javier Carbajo, Juan Cot, José María Rubio y José Colino, los expresidentes de la Cámara de Zamora que siguen con vida. Aunque Rubio y Colino no pudieron asistir al acto, Javier Carbajo destacó por los cuatro la labor de la Cámara, «que defiende los intereses de sus partícipes, que son todos los empresarios de la provincia de Zamora». Resaltó la independencia de la Cámara y que «es objeto de deseo de otras muchas instituciones celosas de su prestigio».

La Cámara aprovechó para presentar el libro que se ha editado para celebrar la onomástica, titulado «Zamora, una espera secular: 1912-2012». El periodista zamorano Agustín Remesal ha sido el encargado de organizar la obra y de redactar parte de ella, y ha contado con la colaboración de sociólogos, historiadores, economistas y empresarios que han vivido la historia del ente cameral «desde dentro, que han facilitado los documentos y fotografías necesarios para la elaboración de este libro». Remesal destacó el «importante paso de ilustres empresarios» de la época para crear la Cámara y apuntó que la historia de la institución «está ligada a la de la sociedad zamorana».

«Las carencias de Zamora», afirmó el periodista autor del libro, «son históricas, y la Cámara no ha asistido impasible al abandono de la provincia, sino que ha insistido, con escaso éxito, al poder central para mejorar Zamora. Ha luchado siempre contra el abandono de la provincia». Remesal abogó por un nuevo tridente de productos que sustituyan al «harina, energía eléctrica y ferias» famoso en los inicios de la Cámara zamorana. «El futuro de Zamora pasa por una despensa de calidad, como demuestran los productos etiquetados con la garantía tierra de sabor, las energías renovables que aquí se puedan instaurar y un turismo potente de la mano del arte románico».