El acusado no acudió al juicio y la presunta víctima no pudo contar con detalle cómo ocurrió la agresión que habría sufrido, en el domicilio que compartía con su compañero sentimental en Toro, cuando aquel le habría encerrado en la cocina y agarrado por el pelo. Mientras el abogado de la defensa exigió la absolución para el procesado, de nacionalidad rumana, la fiscal mantuvo la solicitud de nueve meses de prisión y dos años de alejamiento respecto de su expareja sentimental, con la que ya no tiene relación, según manifestó la mujer.

Con la ayuda de su madre la denunciante, que es muda y tiene deficiencias auditivas, explicó que logró salir de la casa y pidió ayuda a unos vecinos e indicó que su expareja había bebido ese día, estado bajo el cual se volvía agresivo. La pareja residía en una casa abandonada y en mal estado, de las situadas en las inmediaciones de la azucarera toresana, que habían cerrado con maderas para poder habitarla.