«Si por hacer fotos en la calle me van a meter en la cárcel..., yo hice unas fotos de un acto en la vía público, por ese simple hecho estoy aquí». Severiano Mostaza, uno de los cuatro imputados en un delito de amenazas, resistencia a la autoridad y grabaciones durante la concentración convocada en mayo pasado frente a Bankia (Caja Madrid), en la avenida de Cardenal Cisneros, realizaba estas declaraciones mientras dos ciudadanos eran interrogados en el Juzgado número 3 de la capital, en la causa abierta por los incidentes que tuvieron lugar durante la intervención policial.

El abogado de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), Patricio Alonso, ha solicitado la comparecencia de nuevos testigos para demostrar que los ciudadanos que acudieron a la concentración lo hicieron de forma pacífica y que no se produjo ningún bloqueo en la puerta de la entidad bancaria, como se ha denunciado por parte de Bankia, el guarda jurado y la Policía Nacional. Mostaza, uno de los acusados, muestra su sorpresa por su imputación en tal hecho, cuando «yo estaba en la acera contraria sacando fotos de lo que estaba sucediendo, por lo que es imposible que pudiera estar a la puerta del banco».

Alonso confía en que sus clientes no terminen condenados y respecto de la grabación de lo ocurrido o las fotos tomadas cuando se encontraban los agentes nacionales recuerda que «no está tipificado como delito y ya existen sentencias que absuelven a los denunciados» por ese tipo de acciones. Los imputados y los testigos relataron cómo «llegaron a estar tres coches de la policía, siete u ocho agentes nacionales y tres pidiendo carnés de identidad».

Uno de los procesados denunció al guarda jurado por las lesiones que sufrió en un brazo cuando, según su versión, avalada por algunos manifestantes, el empleado cerró la puerta de Bankia, momento en el que se lo pilló.