Otra de las personas que figura en la escasa documentación incorporada a la causa judicial abierta para determinar si se produjo el robo de un bebé nacido en el Hospital Provincial el 12 de mayo de 1977 es un ordenanza, Francisco Manzano Romero, ya fallecido, por lo que ha sido imposible recoger su testimonio. Junto al doctor Pedro Almendral, plasma su firma en el certificado de defunción del bebé, en el lugar en el que debería aparecer la rúbrica del padre del finado. Esta forma de actuar, con los dos mismos testigos que dan fe de los fallecimientos, se repite en otros casos denunciados y ya archivados. De modo que, la matrona que será interrogada en breve sobre la supuesta desaparición del bebé hijo del matrimonio zamorano Blanco Rodríguez es la única testigo que quedaría del parto y del resto de circunstancias que rodearon la posible muerte del niño que la familia sospecha que nunca se produjo.