Los alrededor de mil empleos «directos e indirectos» que genera el Ayuntamiento seguirán intactos. Es el compromiso expreso de la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, verbalizado ayer por el concejal de Economía, Manuel Roncero, durante el debate plenario de más de cinco horas que sirvió para aprobar los presupuestos de 2013 con los únicos votos del Partido Popular.

No fue éste el único compromiso lanzado ayer por el equipo de Gobierno. Inversiones significativas, sí, pero no hasta 2014. «Lo primero es sanear el Ayuntamiento y después acometeremos proyectos importantes», garantizó el responsable de Economía frente a una oposición que dio la espalda en bloque a las cuentas por ser «antisociales y basadas en la subida tributaria a costa del ciudadano», coincidieron PSOE, Izquierda Unida y Adeiza.

«Son los presupuestos más tristes e injustos de los últimos años», lamentó el portavoz socialista, Manuel Fuentes, «y no queda nada por incumplir de su programa electoral», reprochó al PP. Pese al éxito con el que el equipo de Gobierno presentó su superávit de más de 2 millones, «desde la silla de la cocina no ven ese logro que ustedes ven desde el sillón municipal porque lo están pagando los zamoranos con más de 8 millones de euros de subida en impuestos», criticó Laura Rivera, quien no sacó adelante ninguna de las enmiendas presentadas por su grupo al contar con el único apoyo expreso de Adeiza. Una de ellas, enfocada a potenciar las inversiones con el fondo de contingencia, generó un espontáneo debate improvisado por el interventor municipal, al insistir en que todas las enmiendas presentadas por la coalición contaban con contenido económico y, por tanto, requerían un estudio previo.

En la misma línea crítica de presupuestos que «no crean empleo, no invierten y recortan en servicios sociales» se mostró el portavoz de Adeiza, Miguel Ángel Mateos, quien reconoció que «el presupuesto, además de decepcionarme por no estar consensuado, viene con dos hipotecas: el Plan de Ajuste y el Plan de Estabilización Financiera».

Con una oposición dura de roer frente a él, Roncero defendió la bondad de un presupuesto «que garantiza el empleo, mantiene los servicios asistenciales, atiende la situación de riesgo social y cumple la Ley de Estabilidad Presupuestaria», dijo, ante la incredulidad de sus contrincantes políticos. La austeridad fue otra de las bazas defendidas por el equipo de Gobierno, hasta el punto de que «si mañana viene el Rey, no tenemos ni un regalo de protocolo que darle».

Los argumentos de unos y otros de poco sirvieron ante un voto ya predefinido por cada grupo y marcado por la mayoría absoluta del Partido Popular. «Vencerán pero no convencerán», remató Rivera parafraseando a Unamuno. «Son los mejores que se pueden hacer para el próximo ejercicio», rectificó Manuel Roncero.

La sesión plenaria sirvió para aprobar, una sesión más, facturas con reparo por importe de 720.000 euros, además de resolver reparos en hasta tres contratos relativos a la notificación de la tasa de basura. En este sentido, Roncero insistió en que el Plan de Ajuste marca «un antes y un después al requerir adjudicaciones que, a su vez, exigen una fiscalización», dijo, tras aclarar que «no se trata de malversación ni de uso indebido de fondos». Como ejemplo, citó algunos contratos como los relativos a obras, alumbrado, ORA, seguros o combustibles.

Tal y como estaba previsto, finalmente será la Junta de Gobierno Local la que adjudique la nueva concesión del autobús a la empresa vasca Cuadra para ganar tiempo en la puesta en marcha del servicio, en lugar de tener que esperar a la próxima sesión plenaria. La nueva flota estará en funcionamiento en torno a abril, cuando está previsto que ya esté aprobada la subida de las tarifas de 50 a 80 céntimos para el transporte urbano de la ciudad.