Caja España ha ofrecido la dación en pago de la casa de David Pordomingo, ganadero de Villamor de la Ladre, como contrapartida a la deuda de este zamorano, según declaró el propio afectado horas después de su reunión con responsables de la entidad en la oficina de la calle Santa Clara de Zamora. Pordomingo también afirmó que se le había comunicado la posibilidad de obtener un alquiler social, aunque «prefiero que se queden con la casa y me dejen en paz».

Pordomingo pidió un crédito «hace 8 ó 9 años» de 36.000 euros «para arreglar la casa» que ahora ha estado a punto de perder, que construyó su abuelo y que tiene «más de 100 años», e hipotecó su casa «para que el banco me prestara el dinero». Ahora, después de más de un año sin poder pagar, la entidad bancaria le reclamaba «45.000 euros» más la casa, dado que los intereses de demora aplicados en este caso han multiplicado la deuda, que ya tenía saldada «una parte bastante importante».

La víctima y el abogado de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Patricio Alonso, se reunieron con personas de la entidad a las 11 de la mañana de ayer, y tras casi una hora de conversación lo que se acordó en primer momento fue la suspensión del desahucio del ganadero, que estaba previsto, según las mismas fuentes, para el próximo lunes. Alonso declaró a la salida del encuentro que «nos han asegurado que no van a ejecutar el lanzamiento y que vamos a sentarnos para buscar una solución» al asunto.

Desde la PAH piden que, «como mínimo se le condone la deuda», de manera que la entidad no reclame más dinero después de quedarse con la casa del afectado, ya que el abogado que defendió a Pordomingo «con eso pueden darse por satisfechos». Por otro lado, también se negoció la posibilidad de que se ofreciera al ganadero un alquiler social, de manera que pudiera quedarse viviendo en la casa a cambio de un pago al banco, todo encaminado a que «él escoja la opción que mejor le parezca para salvar la situación». Según sus propias declaraciones, el afectado por este caso podrá elegir entre ambas opciones propuestas.

Patricio Alonso puntualizó que «la presión social» está obligando a los bancos y cajas «a sentarse» con los afectados por temas hipotecarios. «Hay un problema social detrás de todo esto que les obliga a negociar, porque la gente se está viendo abocada a la calle y a hacerse cargo de deudas» cuya gran mayoría son «impagables».

«Ellos saben que no lo van a cobrar nunca», afirmó Alonso. «Es imposible que cobren de una familia o una persona que ha perdido su casa una deuda de 40.000, no lo van a cobrar, y lo saben». Alonso se preguntó «qué sentido tiene que pidan estas cantidades excepto que dejar a alguien en la exclusión social y que tenga que vivir en la marginalidad y ocultando sus ingresos, guardando su dinero en otro sitio y poniendo sus bienes a nombre de otra persona. Esa no es la solución», concluyó. Pordomingo se muestra confiado de que caso sea el primero de otros muchos «que están en una situación parecida».