Otro de los problemas para los familiares en situación de dependencia es el retraso en el reconocimiento de las solicitudes. Según indicaron distintas fuentes consultadas, si hasta ahora se solían resolver el seis meses, el plazo puede prolongarse en la actualidad hasta los dos años. Y mientras antes se reconocían las prestaciones con efecto retroactivo, es decir, desde que se solicitaba la dependencia, ahora la percepción de prestaciones empieza a correr desde que se tiene el reconocimiento. Esto supone un problema de envergadura sobre todo para pacientes que pueden sufrir una rápida evolución negativa de su enfermedad y las consecuencias que la misma conlleva para valerse por si mismos. Y la falta de ayudas en un periodo tan prolongado puede condicionar también el acceso a una serie de apoyos que pueden ser fundamentales a la hora de una rehabilitación. Las estadísticas oficiales no contienen el dato de cuántas solicitudes están presentadas y cuántas se han valorado ya; parten de las reconocidas.