Los profesionales que atienden las urgencias de Atención Primaria para Zamora capital en el centro de salud Santa Elena han denunciado un empeoramiento de sus condiciones de trabajo desde la unificación de urgencias de Zamora Norte y Sur. Las habitaciones individuales que ocupaban hasta ese momento, en la planta baja, han sido asignadas a los nuevos, de Zamora Norte y Zamora Sur, mientras los de la capital han pasado a ocupar una habitación en el segundo piso: la biblioteca se ha dividido en dos con pladur y son los dormitorios para cinco profesionales. En un lado han quedado las hojas de la ventana que se abren y en el otro la que no se puede, pero tiene la correa para bajar y subir la persiana, que afecta a las dos habitaciones. A las ocho de la tarde se corta la calefacción. Hasta ahora se cortaba en el centro, pero se mantenía en la zona de urgencias y 112, pero ahora como se ocupan zonas del centro de salud, en invierno tendrá que estar encendida constantemente. Las consultas de enfermería han quedado reducida a una, con lo cual se demoran los tiempos de atención, sobre todo si un paciente necesita aerosoles y el resto tienen que esperar a que acabe. El laboratorio «lo han puesto en un despacho» para ampliar la sala de estar de los sanitarios. Y los sanitarios del Suap (servicios de urgencias de atención primaria) sólo atienden avisos a domicilio en la capital, con lo cual la mayor carga de trabajo revierte sobre los de los centros de salud de la capital. Consideran ilegal usar las consultas de pediatría para pacientes adultos, como se está haciendo. La consulta de la matrona es también ahora peor.