Buscan un dueño que les quiera, y cualquier forma de darse a conocer es buena.

Desde Defensa Animal Zamora (DAZ) son ya varios meses los que llevan organizando una actividad para informar de las posibilidades de adoptar a un perro o un gato, o de acogerlo de forma temporal para evitar su sacrificio o por ejemplo, mientras se recupera de una lesión. Así durante los meses que la asociación zamorana lleva trabajando de forma activa ningún animal ha tenido que ser sacrificado en la protectora de la capital.

«Llevamos a cabo la campaña de difusión el primer y el tercer sábado de cada mes y podemos hacer un balance muy positivo», se pronuncia Miriam García, miembro de DAZ. El logro: 25 perros y 7 gatos adoptados y algunos menos acogidos, «además de familiarizar a la sociedad con estas posibilidades, que es algo que está calando», subraya la voluntaria.

Pero además de informar y difundir, los miembros de la asociación llevan a cabo de forma paralela la actividad «Paseos por la vida», gracias a la que los voluntarios pasean a los animales que están próximos a ser sacrificados y tienen una necesidad urgente de adopción.

Con explícitos carteles al cuello de «Adóptame», los canes se han llevado todo el protagonismo durante la campaña de DAZ, que busca hacer visible su labor y animar a los zamoranos a adoptar. «Algunos tienen suerte y se van con una familia pronto, bien porque son más sociables o por el físico, pero otros tardan más», explica Miriam García, que hace hincapié en el hecho de que la mayoría de los perros que están en adopción tienen menos de un año.

El tiempo desde que un perro o un gato entra en la protectora hasta que están próximos al sacrificio es de dos meses y medio de media. Ayer mismo un animal al que se le acababa el tiempo fue llevado hasta Valladolid, donde una familia lo acogerá temporalmente para evitar su muerte. «Cada vez que sucede esto estamos en la misma tesitura, pero merece la pena el trabajo y el esfuerzo de todos los zamoranos y también de gente de fuera que adopta y acoge», se pronuncia la voluntaria.

Un año sin sacrificios y con más de medio centenar de animales a los que se le ha encontrado el calor de un hogar y la posibilidad de una segunda oportunidad.