A la congelación de la convocatoria de nuevas plazas de jueces, vieja exigencia de este colectivo que viene protagonizando movilizaciones desde 2009, se suma ahora otra medida que el Ministerio de Justicia pretende poner en marcha, la supresión de jueces sustitutos, que ha contribuido a soliviantar aún más los ánimos de estos profesionales, que, recuerdan, son una pieza clave para salir de la crisis, reiteró ayer la decana de Zamora, Ana Descalzo Pino. Y es que esa decisión vendrá a profundizar todavía más en la ralentización de la justicia y su degradación, puesto que el efecto directo será, como ya ha ocurrido con la congelación de plazas de jueces, una sobrecarga de trabajo inasumible para dar una respuesta eficaz al ciudadano que exige sus derechos.

Descalzo Pino volvió a poner sobre la mesa el excesivo número de causas que se acumulan en los despachos de los jueces y magistrados. Y ofreció un dato nada despreciable: «El 30% de las sentencias y resoluciones» de los asuntos que llegan a los juzgados «las ponen jueces sustitutos», a consecuencia de la falta de jueces profesionales para crear nuevos órganos judiciales. «No podemos», como pretende Justicia, «asumir ese trabajo porque nuestros juzgados ya están sobrecargados» y resulta imposible atender dos al mismo tiempo.