El Rey Juan Carlos I recibió ayer en audiencia a la histórica cofradía de los Caballeros Cubicularios de Zamora, que custodian los restos de San Ildefonso y San Atilano. Fue una audiencia en la que el monarca se mostró distendido y se interesó vivamente por los problemas de la provincia y de los zamoranos. La Real Cofradía, encabezada por su mayordomo-presidente, Javier García-Faria, hizo entrega a Don Juan Carlos de una Cruz de Caballero, especialmente realizada para él.

Había sido una cita esperada por la hermandad, a la que pertenecieron todos los monarcas españoles. Alfonso XII y Alfonso XIII, bisabuelo y abuelo, respectivamente, de Don Juan Carlos, fueron los últimos en visitar la iglesia arciprestal de San Pedro y San Ildefonso, en la capital, donde se guardan los cuerpos santos. García-Faria no dejó pasar la oportunidad de recordarle al monarca, «con todo el respeto y el cariño» que era el único, por tanto, que tenía pendiente cumplir con la tradición. «Ese "tirón de orejas" ha sido recibido con muy buen humor por parte de Su Majestad, que en todo momento se ha mostrado muy interesado tanto por la historia y la vida interna de la Cofradía, pero sobre todo por Zamora y por los zamoranos», explicaba ayer al término de la Audiencia el periodista Jesús Fonseca, también caballero cubiculario. «El rey se ha interesado por cómo estaban afrontando los zamoranos la crisis, nos ha preguntado si la ciudad progresaba y se ha mostrado especialmente preocupado por la emigración», afirma Fonseca. Don Juan Carlos se ha referido también a la «importante» industria del vino y ha animado a los viticultores y bodegueros a que exporten para contribuir al asentamiento de población. «Es una pena que esos vinos tan buenos no se conozcan suficientemente. Una provincia y una ciudad con esa riqueza, con tantas posibilidades para el turismo, tenéis que hacer algo entre todos para que se ponga en valor todo ese patrimonio», llegó a expresar el soberano.

En la audiencia, celebrada ayer en el Palacio de la Zarzuela, ha sido decisivo el papel de uno de los ilustres Caballeros, el general Félix Sanz Roldán, director del CNI. Tras mostrar su asombro por la distinguida nómina de grandes personajes del arte y de las letras, don Juan Carlos espetó al general, amigo personal del monarca: «Y a ti, ¿cómo te cazaron éstos?», le comentó en tono de broma. El director del CNI explicó al Rey la estrecha relación que existe entre la Armada española y Zamora.

García-Faria hizo un repaso de la historia de la Cofradía, fundada en el siglo XIII con el descubrimiento de los restos de San Ildefonso, depositados en Zamora para librarlos del peligro de sacrilegio por las tropas sarracenas. De origen canónico-civil, mantuvo en sus orígenes una finalidad social que se ha recuperado recientemente con la creación de una asociación. Don Juan Carlos animó a este cometido así como a la interrelación con otras hermandades cubicularias para afrontar los nuevos tiempos y mantener vivas las tradiciones. A pesar de reconocer el «momento delicado» que atraviesa la economía española, confió en que «podremos con esto y los zamoranos, más».