El delegado de la Junta, Alberto Castro, terció ayer en el debate sobre el modelo de ordenación del territorio para precisar que, de lo que se habla, es de «garantizar los servicios de calidad en el mundo local de modo sostenible, con los escasos recursos que tienen las administraciones». En sus primeras declaraciones sobre el asunto tras el Consejo de Alcaldes que aprobó la alegación al documento de la Junta, Castro destacó que su departamento siempre ha tenido una actitud «activa» en el proceso, con múltiples reuniones en las que se ha escuchado a los alcaldes para elaborar el primer borrador que ahora se ha sometido a consulta con, por cierto, una ampliación del plazo de alegaciones en veinte días más. «No se trata de imponer absolutamente nada, sino que se trata de dar soluciones en Castilla y León, con un elevado número de municipios, tenemos 500 núcleos de población en el caso de Zamora, 248 ayuntamientos y realmente tenemos una población muy diseminada y tenemos que garantizar los servicios», señaló el alto cargo. «Por eso es el momento de escuchar, no se trata de discutir, se trata de dialogar. Y no, por supuesto, de utilizar políticamente. Lo que está haciendo el Partido Socialista personalmente me parece deplorable, se trata de aportar, de que realmente lo que sea aprobado por parte de todos tenga una realidad y sirva para algo, que es lo que nos exigen los ciudadanos». Y es que, a juicio de Castro, «a los ciudadanos todas estas discusiones les parecen un poco peregrinas si no se justifican por el bien de la prestación de los servicios, que demos mejores servicios, que se puedan sostener, se puedan pagar y me cuesten poco como ciudadano que es lo que nos exigen. Por eso todas las aportaciones son positivas, realmente hay que ir aportando más y no podemos buscar otro trasfondo que no existe».