La vigilancia policial se intensifica en el barrio zamorano de Pinilla durante las últimas semanas después de los al menos tres casos de perros que ingirieron varios trozos de salchichas con alfileres en su interior en un jardín de la zona. Tal y como comprometió el concejal de Protección Ciudadana, Jesús Alonso, desde la denuncia del caso varios agentes patrullan por la zona para erradicar nuevos casos e intentar localizar al autor de los hechos.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Pinilla, Artemio Pérez, confirma que «ahora se ven agentes por las calles que, por lo menos, servirán para ahuyentar a quien tenga la idea de volver a hacer de las suyas, aunque es muy difícil que le pillen con las manos en la masa», plantea Pérez, quien expone que «también se ha apreciado vigilancia por parte de la Policía Nacional».

En cualquier caso, la localización del autor de los hechos se prevé complicada, tal y como reconocen tanto los propios vecinos afectados como el concejal del área. Tanto es así que el responsable de un caso idéntico en unos jardines del barrio de Los Bloques tampoco ha sido identificado a pesar de que incluso el Seprona de la Guardia Civil abrió una investigación para localizar al autor.

Pontevedra, Salamanca, Valencia, Gijón o Madrid son algunos de los territorios de España que en el último año han registrado casos de perros afectados por la ingesta de longanizas, salchichas, pollo e incluso pan con veneno o con agujas y alfileres en su interior. Las redes sociales alertan en varias páginas y foros sobre los lugares donde se han detectado este tipo de cebo para los animales de compañía. «Aviso. Zonas donde puede haber veneno. No más muertes de perro» es uno de los vínculos abierto en Facebook para advertir a los propietarios de mascotas sobre esta práctica. En algunos de estos casos fuera de la provincia, la investigación policial ha derivado en la identificación de los autores de los hechos que se han enfrentado a un proceso judicial para hacer frente a los perjuicios producidos en los perros y, a su vez, en sus propietarios. En el caso de Zamora, es la tercera ocasión en lo que va de año que se produce este cebo. La primera de ellas tuvo lugar en Los Bloques, con varios trozos de salchichas con alfileres. La segunda ocurrió con carne envenenada en Pinilla, donde también se ha producido el último caso de embutido con trampa.