Una sesión plenaria reivindicativa, estrictamente laboral y en la que el equipo de Gobierno se quedó solo en sus argumentos. Así fue el Pleno de ayer, en el que una veintena de trabajadores laborales y otros tantos más de conductores de autobús dieron la cara ante en el Ayuntamiento para reivindicar sus derechos laborales.

Los casi 40 trabajadores del autobús de Zamora anunciaron minutos antes del inicio del Pleno la convocatoria de huelga indefinida del servicio a partir de mañana para exigir el pago de las nóminas de parte mayo, junio y julio, derivadas de los impagos del Ayuntamiento a Aurza. A pesar de que la institución local aprobó ayer el abono de 240.000 euros a la todavía concesionaria por la revisión de precios pendiente desde hace tres años, los trabajadores temen que esa medida no repercuta en beneficio de la plantilla, de modo que «mañana mismo (por hoy) registraremos la convocatoria de huelga con carácter indefinido», anunció José Ramos en representación del gremio.

Además del pago de los atrasos, el Pleno aprobó también la actualización del precio por kilómetro recorrido, que pasará a 2,41 euros.

A pesar de que ningún grupo votó en contra de la medida, la oposición criticó la dilatación en el tiempo de toda tramitación relativa al autobús urbano. «La caótica situación económica municipal y la quiebra técnica existente deja cada día nuevos damnificados, entre ellos, a Aurza y, detrás de las siglas, al empresario y los trabajadores que sufren las consecuencias», defendió el socialista Luis Vicente Pastor. «Estamos aquí por su culpa», recriminó Miguel Ángel Mateos (Adeiza) al equipo de Gobierno, mientras que Francisco Guarido (IU) reprochó que «hemos estado tres años de espera para al final darle a la empresa lo que le corresponde por justicia». La intervención del concejal del área, Francisco Javier González, comenzó relajada y semejante a un acto de contrición: «Esta revisión debió llegar mucho antes a pesar de ser una decisión de justicia, lo sé, pero las decisiones políticas deben de estar respaldadas por los técnicos y hasta ahora no ha habido informes valientes que respaldaran esta cuantía compensatoria», expuso el edil del PP, quien dejó muy claro que «estos retrasos no son imputables al equipo de Gobierno».

El tono sosegado de la intervención de González se tornó «provocador» para la oposición a renglón seguido, cuando el concejal popular no perdió la oportunidad de evocar «cuatro años de minoría en el mandato pasado en los que la oposición nos bloqueó cualquier proyecto», expresó, para continuar preguntándose: «¿Me quieren hacer creer que hubieran apoyado un incremento del precio del autobús para poder licitar el nuevo servicio?». El ataque frontal a los grupos hizo reaccionar, sobre todo, a Mateos -Adeiza era el único grupo con el que el PP pudo pactar algún proyecto durante el mandato pasado-, quien replicó que «¿acaso en algún momento acudieron a nosotros para sacarlo adelante?». La impresión de IU fue similar, al entender que «erre que erre, pleno tras pleno, siempre echando la culpa al tripartito con su juicio de intenciones absurdo», dijo Guarido.

La sesión de ayer, extraordinaria, fue la segunda celebrada en el Ayuntamiento en cinco días, lo que supone la percepción de 150 euros por cada edil no liberado.