En escasas ocasiones un pleno del Ayuntamiento ha tenido tanto poder de convocatoria como el de ayer. La previsión de que el orden del día atraería a numerosos trabajadores afectados por la decisión plenaria llevó a los agentes de la Policía Municipal a identificar a los asistentes antes de acceder al salón plenario. Cada uno de ellos mostró sin ningún tipo de percance su DNI, fotografiado por el agente. La mayoría del público estuvo formado por trabajadores del servicio de autobús, ataviados con sus camisetas rojas de trabajo, y por laborales del Ayuntamiento.