El precio de un mismo producto puede variar hasta un 49% dependiendo de si se adquiere en un establecimiento u otro. Este es el índice de variación que se registra en la cesta económica de productos de droguería, según los estudios que realiza el Observatorio de Precios de cara a la realización final del informe.

La alimentación tradicional es la que menos variaciones registra según los datos, que tratan comercios tradicionales, supermercados y grandes superficies. De este modo, entre el sitio más caro y el más barato de la ciudad el precio apenas varía en un 5%.

La cesta estándar de alimentación envasada puede variar en 6 puntos si pasamos de un establecimiento a otro, mientras que la cesta económica de este tipo de productos puede suponer una subida de 26 puntos. Esta mayor diferencia se debe, según los informes, a los precios con los que cada establecimiento carga a sus «marcas blancas», es decir, situaciones en las que un producto sólo se encuentra en una determinada cadena de comercios.

Las frutas y verduras también tienen un alto grado de variación, que supone en este caso un 22%, mientras que la carne registra un auge de precio del 27% según establecimientos. El pescado se sitúa por debajo con un 16% de margen.

Hay que recordar que estos datos sólo reflejan los precios de los productos, sin entrar en ningún momento a analizar la calidad de los mismos ni su aprovechamiento. Se analizan cantidades como el kilo de carne de cerdo o un determinado peso de fruta, pero la única variable que se considera es la económica.

Para la elaboración de estos datos se han tenido en cuenta hipermercados, supermercados grandes y medianos, tiendas pequeñas y comercios tradicionales. Según la metodología del informe, la muestra escogida en la ciudad representa a los lugares donde el 65% de los zamoranos realiza sus compras.