Miles de zamoranos -cerca de 6.500, según fuentes policiales, y más de 8.000, a juicio de los sindicatos convocantes- salieron ayer a la calle para mostrar su rechazo mayoritario contra los últimos recortes aplicados por el Gobierno. Una elevada participación que «marca un antes y un después y debe hacer reflexionar al Gobierno para darse cuenta de que tiene que cambiar de estrategia», según asegura el secretario provincial de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Jerónimo Cantuche.

La masiva afluencia de manifestantes contrasta con el reducido respaldo que habían recibido las últimas movilizaciones convocadas por los sindicatos. Para encontrar una cifra de manifestantes similar hay que remontarse al pasado mes de marzo cuando la manifestación celebrada contra la reforma laboral también logró reunir a cerca de 8.000 personas (según los convocantes), y de 6.500 (según la Subdelegación del Gobierno). Aún así ninguna de ellas ha logrado alcanzar la cifra de 10.000 manifestantes que salieron a la calle en el año 2000 para exigir el cumplimiento del Plan de Choque.

La manifestación celebrada ayer partió de la Plaza de la Marina detrás de grandes pancartas en las que se podía leer: «Por nuestros derechos, por nuestra dignidad, basta ya de recortes». Otros de los mensajes portados por los sindicatos convocantes fueron «No te calles, defiende tus derechos» o «No a la reforma laboral». El goteo de ciudadanos desbordó la plaza de La Marina para enfilar la calle Alfonso IX y llegar a la plaza Alemania, donde la multitudinaria comitiva tuvo dificultades para girar hasta formar dos pasillos en el recorrido de vuelta hasta la entrada de Santa Clara. Desde allí, la manifestación realizó el recorrido hasta la Plaza Mayor donde Severiano Mostaza, un veterano del sindicato de la Guardia Civil de UGT realizó la lectura de un comunicado consensuado por todos los sindicatos convocantes antes de finalizar el acto. Sin embargo, las organizaciones sindicales reiteraron ayer su intención de mantener las movilizaciones a lo largo de todo el verano a la espera de que el Gobierno modifique su política.

Entre los manifestantes destacó la elevada presencia de funcionarios, uno de los colectivos más afectados por las últimas medidas anunciadas por el Ejecutivo. Entre ellos se encontraba T. F. M auxiliar de Enfermería, «indignada con todos los recortes porque siempre nos quitan a los de abajo y a la hora de dar sólo se acuerdan de los de arriba». Entre las medidas más preocupantes resalta «la supresión de la paga extraordinaria de Navidad, que se suma a la bajada de sueldo que ya nos habían aplicado».

Para M. F. B., otro de los empleados públicos que decidió salir ayer a la calle, «el problema es que nadie dice la verdad y no hacen más que engañarnos constantemente». Reconoce que no había participado en anteriores movilizaciones «pero en esta sí porque es necesario hacernos ver y que sepan que no nos vamos a callar».

Familias al completo y personas de todas las edades decidieron secundar la manifestación convocada ayer de manera conjunta por 14 organizaciones sindicales de la provincia. Para los más jóvenes la mayor preocupación es el futuro incierto que tienen por delante. Así lo explica E.S., estudiante de Veterinaria en la Universidad de León, que apoyó la movilización de ayer acompañada por su madre. Beneficiaria de una beca que le permite realizar sus estudios, asegura que «ahora tengo que aprobar el cien por cien de las asignaturas para recibir la beca, pero Veterinaria es mucho más difícil que otras carreras». El negro fue el color escogido por buena parte de los manifestantes en señal de luto por los últimos recortes.