Para el sociólogo Alfredo Hernández, además de los problemas para la sociedad que puede suponer la desaparición de las clases medias, se deben tener en cuenta los problemas personales, sobre todo psicológicos, para el individuo en cuestión. Apunta que «puede ser psicológicamente muy grave para una persona» pasar de generar unos ingresos elevados a no generar nada.

«Que alguien pase de vivir bien a depender económicamente de una ONG puede suponer altos grados de estrés y una bajada de autoestima muy grave». Para Hernández, situaciones como esta son las que pueden llevar a alguien a emprender acciones drásticas que antes nunca se habría planteado. «Pasar de ingresar 1.500 euros al mes al nivel de subsistencia básico, que aunque parezca mentira es algo que hoy en día esta pasando en muchos casos, puede degenerar en un conflicto social grave». De ahí que sean «tan importantes las prestaciones que desde el Gobierno se asignen a este tipo de personas. Se les ayuda a ellos mismos, pero también a toda la sociedad».