Iván Fandiño es un torero imprescindible en las grandes ferias. Desde que triunfara en Madrid el año pasado se ha consolidado en el escalafón de matadores. Esta tarde torea en Zamora junto a «El Cid» y Leandro Marcos. Está muy ilusionado con triunfar en Zamora. Como los otros dos toreros, después de los festejos participará en un debate organizado por el Foro Taurino en los salones del hotel AC de Zamora.

-¿Le ilusiona torear en Zamora?

-Pues aunque nunca he estado en Zamora siempre gusta actuar en plazas de capitales de provincia, y sobre todo cuando conoces que la afición está también ilusionada.

-Zamora tiene fama de toro grande y con trapío. Hay aficionados que piensan que puede ser un obstáculo para que los toreros se empleen a fondo.

-Sí, lo de la exigencia sí se conoce. No sé para los demás pero yo no soy torero que me fije en el toro ni piense en que plaza estoy, sino, pienso en el público que tiene el derecho de ver al mejor Fandiño

-Se siente presionado por no haber conseguido esas puertas grandes, que le han dejado a milímetros de convertirse en el torero mas importante del momento.

-Presionado no, pero me molesta en lo personal. No me quita el sueño porque al final voy a conseguir estar arriba del todo. Como lo tengo en mis manos solo me enfado conmigo mismo por no haber conseguido esas tan ansiadas puertas grandes ya.

-Torea en Zamora con un matador salido como usted de las corridas duras, que ha llegado a figura, pero parece que todo el esfuerzo que hacen con ese tipo de corridas no tiene reconocimiento.

-Aunque te salgas de ese circulito «duro» en el que has entrado porque para emerger tienes que entrar por ahí, lo que te exigen es que no te acomodes. En mi caso no se da, puesto que como se está viendo este año, no vuelvo la cara a ninguna gesta ni gesto. Y así me voy a mantener.

-Andrés Vázquez es el torero con mayor nombre que ha dado esta tierra, también fajado en las capeas y corridas duras, ¿tiene alguna referencia de él?

- He coincidido alguna vez con él. Conozco sus gestas en Madrid y la dignidad con que ha llevado su profesión. Es un torero de admirar porque yo se bien lo que es hacerse en las capeas y de ahí le reconozco el mérito que tiene haberlo hecho él en sus años. También conozco el nivel de exigencia que tiene defendiendo la integridad de La Fiesta y creo que tiene razón

-Qué le diría a nuestro novillero Alberto Durán que se encuentra bajo de ánimo tras no lograr refrendar en Las Ventas ese buen toreo que atesora, del gusto de Madrid.

-Es entendible que se sienta mal por haber quedado tras lo de Madrid en un segundo plano, pero eso ya pasó y ahora tiene que seguir apretando todos los días

-En su gesta de Bilbao contó con Javier Gómez Pascual nuestro torero de plata, ¿qué referencias le hicieron contar con él?

-Lo conozco de coincidir en muchos tentaderos. Como subalterno es extraordinario y era la persona ideal para que me acompañara en tan señalado día.

-Si usted tuviera un hijo que quisiera ser torero ¿ se alegraría, se lo pensaría, o directamente lo llevaría a estudiar al extranjero?

-Soy un hombre con la cabeza en su sitio. Soy consciente de lo duro y arriesgado de esta profesión, pero seguro que se compensa con las satisfacciones que otorga. Sin duda sufriría mucho por él, pero si le viera condiciones, le ayudaría; ahora, eso sí, no le pasaría ni media.

-Está claro que la postura del «G-10» con respecto a las televisiones es la mejor para los toreros, pero desde el punto de vista del aficionado, con la que está cayendo: prohibición en Cataluña, amenazas en Galicia y País Vasco, Colombia, Ecuador, México?, se tiene la sensación de que es el momento de otra cosa, de defender de agresiones a la Fiesta.

-No tengo contacto con el denominado G10, pero sus razones tendrán para hacerlo. Iván Fandiño solo piensa en que el aficionado salga contento de la plaza y en aportar algo a la Fiesta.

-En Zamora se dio la primera declaración que trata de llevar la fiesta hacia el reconocimiento universal de la Unesco, ¿son conscientes los toreros de la implicación que los aficionados están teniendo en la defensa de la Fiesta?

-Sí que somos conscientes, aunque lamentablemente vivimos en un mundo muy acomodado en el que cada uno se molesta solo por lo suyo .

-¿Cambiará algo con el paso del toreo a cultura?

- Yo no lo sé. Está por ver. Hay muchas otras cosas en las que pensar y hay cuestiones que requieren mayor prioridad Y con la situación de urgencia que tiene la Fiesta, creo que habría que invertir las energías en otras cosas.