Y el ansiado día llego. Los fieles de san Juan Bosco, además de antiguos alumnos de la Universidad Laboral y el Rey Fernando, fundados por los Salesianos, esperaban con emoción contenida la llegada a Zamora de la urna con la reliquia del santo turinés. A las once y media de la mañana, y con las campanas repicando por el momento, los operarios hacían descender la talla del camión que lo transporta en su peregrinaje mundial por las comunidades Salesianas.

La lonja de la iglesia de María Auxiliadora fue testigo, a ritmo de flauta y tamboril, de la llegada de la réplica de la imagen exacta de don Bosco, tal y como se halla en la basílica de María Auxiliadora de Turín, a la que estaban esperando más de doscientas personas que quisieron dar la bienvenida en primera persona al santo, rompiéndose en un largo aplauso.

Tras el recibimiento en el exterior, la urna se colocó frente al altar, donde permanece hasta hoy a las diez y media de la mañana, cuando se le realizará un acto de despedida antes de que la reliquia viaje al siguiente destino, la localidad de Villamuriel, en Palencia.

En Zamora, primera ciudad de Castilla y León a la que llega, el santo supera la mitad de un viaje que comenzó en el año 2009 y que ya ha recorrido decenas de países. Su periplo finaliza en 2015, cuando se cumplen 200 años de su nacimiento en la ciudad italiana de Turín.

En la urna, una talla de San Juan Bosco con la máscara del día de su muerte, y en su brazo derecho un hueso original, sellado para evitar que se deteriore. Oraciones particulares y en grupo, algunas llevadas a cabo por los jóvenes, a los que el Fundador de la Familia Salesiana dedicó su vida, llenaron la agenda del santo en Zamora, donde participó en una eucaristía presidida por el obispo de la Diócesis, Gregorio Martínez Sacristán.

Alumnos del instituto Universidad Laboral estuvieron presentes durante el recibimiento, y mostraron su convicción de que «la experiencia ha sido muy positiva», aseguró la estudiante Almudena Redondo, informada ya de la trayectoria de san Juan Bosco, «que ayudó a muchos jóvenes sin recursos y a niños con problemas», explicó parafraseando a su profesor de religión, quien les acompañó al acto.

Emocionado y satisfecho se muestra el provincial de los Salesianos de Zamora, que ha acompañado a la reliquia en sus últimos recorridos y ha visto como ha llegado a Zamora arropada por los suyos, «creo que hasta se ha puesto un poco colorado por el recibimiento», bromeó José Rodríguez Pacheco, que subrayó la «alegría que supone recibirlo en Zamora y ver como su estilo y su manera de educar sigue en vigor hoy en día. Lo necesitamos, porque en la confusión que hay en estos tiempo su forma de pensar y de conseguir que los jóvenes sean buenos y felices hace mucho bien», se pronuncia el religioso.

Hoy la reliquia de san Juan Bosco dice adiós a sus fieles zamoranos, pero los que la han recibido con cariño y devoción han aumentado su fe y han visto cumplido su deseo de tener a su mentor más cerca que nunca.