El presidente de la Junta pro Semana Santa, José Francisco González Poza, reconoce que la dimisión es una de las opciones con mayor peso ante la situación de bloqueo que vive el órgano gestor, con dos ejercicios económicos sin aprobar, la negativa de la asamblea a renovar la línea de crédito para poder abonar las facturas pendientes y optar a nuevas subvenciones y pocos recursos en la cuenta corriente. Sin embargo, el máximo responsable insiste en entrevistarse con el obispo para «dialogar» y «tomar soluciones inmediatas».

Satisfecho con su papel al frente del órgano, González Poza responsabiliza del bloqueo a «las diez cofradías que se reunieron el martes» y que, finalmente, echaron a bajo cualquier rayo de luz en la complicada situación económica de la antigua Junta de Fomento. «Si soy el problema, me voy», advierte el presidente, quien asegura que «nunca pondré mis intereses personales por encima de la Semana Santa como hacen otros».

La reunión que anunció en la asamblea general de este jueves con el prelado tendrá que esperar, al menos, al miércoles por las fechas festivas de la próxima semana y los compromisos del vicario, José Francisco Matías Sampedro. González Poza asegura que su intención era «reunirme de manera inmediata, hoy mismo (por ayer)» para hablar de esas soluciones, sin concretar más que el evidente cese del cargo que reclaman las cofradías que tumbaron las cuentas el jueves, mensaje explícito para reclamar la dimisión.

La determinación de reunirse con el máximo responsable del Obispado radica en conocer la postura de Martínez Sacristán, diez días después de conocer el «espaldarazo» a su continuidad para agotar la confianza depositada en diciembre de 2010 para «cuatro años». Sobre el escenario de la pasada asamblea general, pesa la ausencia del obispo, una situación que ha molestado a la junta directiva.

De esta manera, fue el vicario quien presenció cómo una decena de cofradías echaban abajo de manera repetida los números del año 2011, la previsión para 2012 y el intento de renovar la línea de descuento con Caja Rural para obtener la necesaria liquidez que garantiza el funcionamiento. La crisis que se vive en el órgano semanasantero es tan grave que la propia junta directiva se plantea ya «qué hacemos aquí». Sin embargo y a la espera de esa posible renuncia en el cargo, González Poza continuará tomando decisiones, como el nombramiento de un vicepresidente para sustituir a Josefina Yugueros, que cesa en el cargo con la elección del nuevo responsable en la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias.

Es preciso recordar que seré el segundo máximo responsable del órgano, como establecen los estatutos, quien guíe el proceso de elección de un nuevo presidente si finalmente se produce la dimisión. Hace poco más de un año, Yugueros se encargó de dar los pasos precisos hasta que en diciembre de 2010 y con una fuerte abstención, González Poza llegó a la presidencia.

Ante un eventual proceso de elecciones, cabe plantearse si la decena de hermandades que echaron abajo las decisiones económicas de la directiva baraja ya algún nombre como alternativa a González Poza en la presidencia. Hace un año y medio, existía cierto consenso sobre candidato que representaba al sector crítico actual que finalmente no prosperó.