Lejos de favorecer la creación de empleo, UGT asegura que las bonificaciones puestas a disposición de los empresarios para contratar a trabajadores suponen una discriminación para los parados de larga duración. «Tenemos constancia de que hay desempleados que están siendo rechazados en las entrevistas de trabajo porque ya no están cobrando ninguna prestación por desempleo», según sostiene la secretaria provincial de UGT, Nieves García. Según precisa, los empresarios reciben bonificaciones de la Seguridad Social y se benefician de una deducción fiscal equivalente al 25% de la prestación por desempleo al contratar a parados que todavía cobran subsidios, por lo que prefieren incorporar en sus plantillas a este tipo de desempleados y no a los que ya han agotado sus prestaciones y que por lo tanto no ofrecen las anteriores ventajas de contratación para las empresas. Este es uno de los efectos perversos de la reforma laboral que ayer denunciaron los sindicatos UGT y CC OO en la concentración que protagonizaron ante la Subdelegación del Gobierno a la que acudieron cerca de un centenar de delegados sindicales.

El secretario provincial de CC OO, Eugenio González, recalcó que a pesar de que la nueva normativa laboral se apruebe ahora «los trabajadores llevan sufriendo sus efectos ya seis meses». Un periodo, según asegura, «en el que ha aumentado el paro, se ha destruido tejido productivo y se han multiplicado los expedientes de regulación de empleo».

Tras la nueva concentración de ayer, los sindicatos anuncian su intención de seguir celebrando nuevas movilizaciones en la calle contra las medidas y recortes aplicadas por el Ejecutivo.