El obispo Gregorio Martínez siguió ayer el protocolo para la ordenación del joven Santiago Martín en la Catedral. La proclamación del Evangelio precedió a la elección del candidato, momento en el que la asamblea cantó en acción de gracias. Tras la homilía, tuvo lugar el escrutinio que llevó al todavía diácono al momento central: la asamblea invocó a los santos cantando las letanías con Martín Cañizares postrado en tierra. La plegaria de la ordenación, la unción y el beso de la paz permitieron a Santiago Martín ser sacerdote. Los últimos sacerdotes ordenados en 2008 fueron Fernando Lorenzo, Florentino Pérez y Luis Santamaría.