De nuevo un comercio de la capital vuelve a ser objetivo de alguna banda organizada dedicada al robo de artículos de alta gama, esta vez de ropa, que actúa de madrugada. La empresaria zamorana titular del negocio afronta cuantiosas pérdidas económicas, de varios miles de euros, a expensas de realizar el balance, declaraba ayer consternada por lo ocurrido, pérdidas a las que hay que añadir el dinero de la caja registradora.

Los ladrones arramplaron hasta con «la ropa del escaparate, solo me han dejado tres prendas, se llevaron incluso las perchas», lo que indica que la actuación fue muy rápida para evitar ser sorprendidos por vecinos o por la propia policía. En este caso, como el de otros muchos que le han precedido, en la tienda ubicada en la calle de la Amargura «solo quedaron las estanterías y creo que porque no pudieron arrancarlas», los ladrones eligieron ropa para niños y arrasaron con todas las existencias. «Me han robado toda la ropa de la colección de verano y la que ya había recibido de la campaña del próximo invierno», añadía la titular del comercio textil.

Era la única tienda de esta céntrica y comercial arteria de la capital que no había sufrido ningún robo en los dos años y medio que llevaba abierta, aunque por el tipo de artículo que vende era tan apetecible para los ladrones como las que ya han sido desvalijadas en esa calle, algunas incluso varias veces. «Las pérdidas son importantes porque solo vendo prendas de «Levy», «Tommy Hilfiger», «Catinini» y «3Pommes», que son muy caras y me han llevado toda la ropa de la colección de verano, más la de invierno de la próxima temporada».

La mujer, que se quedó desolada al entrar en la tienda y comprobar el desaguisado, confía en poder recuperar a través del seguro parte de la cantidad sustraída, sobre la que a lo largo de la tarde iba a recopilar las facturas para poder determinar a cuánto asciende el agujero que tendrá que asumir tras el robo.

Los ladrones solo rompieron el bombín de la cerradura para poder entrar, sin causar ningún destrozo ni en los escaparates ni en la propia puerta, que la dueña se encontró abierta cuando fue a iniciar la jornada laboral ayer las 10.00 horas. De inmediato sospechó que le habían robado.

Quienes asaltaron la madrugada de ayer su negocio lo hicieron con todo sigilo: «Tenemos alarmas, pero no saltaron». Un dato que indica que los ladrones inhibieron los sistemas instalados en el local y que actuaron con sumo cuidado de no ser descubiertos mientras cometían el robo.

La policía científica se desplazó ayer hasta el establecimiento comercial para tratar de recoger huellas que pudieran haber dejado los delincuentes, además de otras pruebas que puedan ayudar en el esclarecimiento del suceso.

Hace quince días una óptica de la calle de Santa Clara fue asaltada por otro grupo de ladrones, que realizaron un butrón en una pared de las galerías contiguas al local, por el que accedieron al interior para llevarse gafas de alta gama de sol y graduadas, además de un ordenador portátil. En la capital se han producido numerosos robos en comercios, especialmente en el último año, en las zonas más céntricas.