Las peleas entre niños y adolescentes y los robos de ropa en tiendas de franquicia constituyen los delitos más comunes que terminan con sentencia del Juzgado de Menores, a donde llegan tres de cada cuatro denuncias que se formulan en Fiscalía, fundamentalmente porque los implicados tienen menos de 14 años, edad a partir de la cual se les considera con responsabilidad penal, indican fuentes judiciales. Estos casos se derivan al servicio de Protección de Menores de la Junta de Castilla y León. Algunas causas se archivan desde la Fiscalía por no revestir gravedad y acudir al sistema de conciliación para resolverlos.

Esto explica que de los más de 400 asuntos que terminaron el año pasado en la apertura de diligencias preliminares en Fiscalía (393 hasta noviembre), 299 se transformaran en diligencias, la mayoría penales, en el Juzgado de Menores. En esta instancia, al concluir el año, el magistrado había dictado 93 sentencias y 41 autos para reconducir a los adolescentes que se vieron implicados en las infracciones. El ejercicio pasado terminó con 40 expedientes acumulados, prácticamente el mismo número con el que inició el año judicial.

Hasta el día 13 de mayo, el Juzgado tenía 61 asuntos en trámite, el doble de los registrados en el mismo periodo de 2009 y 16 más que el año pasado, de acuerdo con los datos a los que ha tenido acceso este diario. La estadística, pues, reitera el sucesivo incremento de la conflictividad entre los niños que tienen de 14 a 18 años, infracciones que pasan por esta instancia judicial, previa investigación de la Fiscalía de Menores.

El grueso de los asuntos penales que investiga Fiscalía y resuelve el magistrado lo constituyen las lesiones por las peleas cada vez más frecuentes entre los menores de edad y en las que la participación de niñas es también más común año a año. Además, las denuncias de amenazas e insultos a través de Tuenti o el teléfono móvil crecieron en 2011.

La edad de los implicados en las reyertas se mantiene en la franja de edad comprendida entre los 16 y 18 años. En la mayoría de los casos, los daños físicos no revisten mucha gravedad, por lo que los internamientos en Zambrana continúan siendo pocos y por periodos de tiempo cortos, mientras que se recurre con frecuencia a la convivencia en grupo para reeducar al adolescente, se le enseña a seguir unas normas de comportamiento en las cuatro casas de acogida distribuidas por la Comunidad Autónoma.

Desde instancias judiciales no se estima que los menores sean cada vez más violentos y se explican las peleas por «la mayor permisividad» que se da en el entorno familiar. El otro delito más común, el de robos (de camisetas, pantalones vaqueros, pañuelos y demás complementos de moda) en comercios de franquicia tiene como protagonistas a adolescentes de entre 14 y 16 años, niños que proceden de clases medias, con un nivel económico y cultural destacado, muy alejadas de las familias desestructuradas.