Las cuentas de la institución provincial caen en 2012 a los niveles de los años noventa, con un montante global para el ejercicio actual de poco más de 54 millones, cifras que reflejan el cierre del grifo estatal y regional en transferencias directas y la suspensión de programas de inversión de ámbito europeo. El retroceso en los números no supone sorpresa alguna después de que el presidente de La Encarnación, Fernando Martínez Maíllo, anunciara un retroceso de entre diez y quince años que finalmente serán dos décadas.

Las cifras desglosadas ayer por e vicepresidente económico, Aurelio Tomás, señalaban una caída en la inversión de un 60%, cifras que se amortiguan con el empleo del superávit de 2011 -unos 5,7 millones de euros- en el plan de conservación de carreteras (3 millones), la construcción de la calzada entre Andavías y el puente de Manzanal (1 millón), el programa para redes de abastecimiento en los pueblos (860.000 euros) y la adaptación de los garajes iniciales del nuevo teatro Ramos Carrión en salas polivalentes (un millón). De esta manera, la caída de la inversión será solo del 20%.

Tal y como subrayó Tomás, el presupuesto de la Diputación Provincial «se reduce un 30% en los dos últimos años», lo que significa un recorte de 24 millones, muy lejos de aquel «presupuesto récord» de 2010, que elevó las cuentas provinciales por encima de los ochenta millones. ¿Cómo se explica esta drástica caída? «Los recursos propios de la institución apenas suponen el 5% del presupuesto, unos tres millones. El resto de ingresos dependen de otras administraciones y, además, este año está prohibido el endeudamiento», explicó Aurelio Tomás, quien confirmó que este ejercicio no hay iniciativas de inversión de ámbito alguno.

Mediante fondos propios, la principal inversión que realiza La Encarnación tiene como destino el plan doméstico de obras -sustituye a los Planes Provinciales-, que dejará en manos de los ayuntamientos tres millones de euros en proyectos básicos que elegirán y ejecutarán los alcaldes de forma directa. Mientras, el programa contra la sequía aumenta de los 350.000 euros del pasado año -no se ejecutó al retirar la Junta la financiación- a los 600.000 euros de este ejercicio.

Por otro lado, ya está confirmada la partida de 150.000 euros para la futura piscina de Morales del Vino, mientras que la reconstrucción del teatro Ramos Carrión se llevará, de este lado, un millón de euros para el equipamiento interior correspondiente a la presente anualidad.

Si la inversión se lleva el mayor peso del recorte en el presupuesto, las partidas sociales permanecen como estaban y «se aumentan en algunos casos», destacó Tomás. Así, la Diputación destinará 3 millones de euros a consorcios y mancomunidades, el programa para guarderías «Crecemos», los comedores sociales, consultorios médicos o telecentros.

En cuanto a las ayudas directas a colectivos sociales, «mantenemos todas las subvenciones en todas las áreas», añadió el responsable del área de Economía. El servicio de ayuda a domicilio se lleva cinco millones de euros, mientras que se quedan como están las subvenciones a clubes deportivos y consorcios de educación, con un incremento de 20.000 euros para Relaciones Laborales tras la retirada de la partida municipal. En cuanto al área de Desarrollo Económico, también se mantienen las ayudas a los grupos de acción social, los consejos reguladores o el Patronato de Turismo, que conserva la transferencia de 600.000 euros de otros ejercicios.