Cáritas Diocesana de Zamora ha mostrado su rechazo a los últimos cambios anunciados por el Gobierno en el ámbito sanitario, ya que afectan de manera especial a las personas que vienen de fuera del país. «El programa de Inmigración de Cáritas Diocesana de Zamora muestra su preocupación por la próxima entrada en vigor de la reforma sanitaria y que afectará, especialmente, a la población inmigrante», apuntan en un comunicado.

Y es que el decreto Ley 16/ 2012 del Ejecutivo español introduce modificaciones legislativas en lo que se refiere a la asistencia pública sanitaria, «entre las que cabe destacar la eliminación del derecho a la asistencia sanitaria a las personas extranjeras sin autorización de residencia en España», subraya la organización humanitaria sobre estos últimos cambios. Una supresión que supone eliminar «un derecho reconocido hasta ahora por la Ley de Extranjería», se añade.

Con esta nueva situación, desde Cáritas de Zamora se aventura que «de ahora en adelante, se atenderá a estas personas en situación irregular, únicamente, a través del servicio de Urgencias», explican. Como excepciones a esta modificaciones en materia sanitaria, también se señala que con esta reforma se atenderá a mujeres embarazadas así como a los menores de 18 años.

En este sentido, la responsable del programa de Inmigración en Cáritas Diocesana de Zamora, Beatriz Riesco, considera que «se vulnera un derecho universal» al igual que el principio de prevención en materia sanitaria, ya que «si una persona tiene un catarro y no puede ser atendido por el médico, se puede agravar la patología y producirse una neumonía o algo peor», ejemplifica.

Por otra parte, Riesco asegura que con esta medida el Gobierno de Mariano Rajoy «tampoco va a ahorrar en costes, porque al final va a resultar mucho más caro curar a través de una urgencia una neumonía que evitar un catarro», justifica.

La responsable del programa de Inmigración apunta que la reforma sanitaria actual debería de poner el foco «en los abusos que se han hecho del sistema y frenar el turismo sanitario, pero no recortar derechos básicos de salud», sugiere. Por último, Cáritas Diocesana de Zamora recuerda que restringiendo este derecho universal «se potencia la exclusión social y las desigualdades entre la población», lamenta.

Según los últimos datos facilitados por el programa de Inmigración que desarrolla Cáritas Diocesana en la provincia, en Zamora residen un total de 8.541 personas comunitarias, además de 2.584 no comunitarias, todas ellas en situación legal. Cáritas Diocesana de Zamora, aunque atiende también a personas en situación irregular, carece de datos oficiales de este colectivo.