Un establecimiento de alimentación del barrio de La Candelaria ha optado por pintar su fachada para evitar los grafitis que ha venido sufriendo en los últimos meses. Una manera original de decorar su negocio, con simpáticas viñetas en alusión a lo que se puede obtener en el establecimiento, que se espera que sea respetado por aquellos que se dedican a pintar en las paredes indiscriminadamente.