La pintora Sandra Vergara muestra una treintena de obras en la sala de exposiciones del centro cultural La Marina. En «La habitación de los sueños» la joven plasma su mundo onírico al tiempo que llama a la reflexión sobre el terrorismo o las desigualdades.

-Lleva exponiendo desde adolescente.

-Desde muy pequeña comencé a mostrar mis obras. Me inicié en la pintura a través del padre de una amiga que pintaba. Con 17 años comencé ya a exponer en bares. Mi estilo ha evolucionado mucho en este tiempo, dado que inicialmente me interesaba el realismo, de una manera muy fotográfica. Era pintura muy figurativa. Sin embargo ahora mi hacer es mucho más propio y elaborado. Creo que expreso mucho más todo lo que tengo dentro de una manera metafórica, pero no me alejo de la figuración para que el público perciba que hay un mensaje.

- En la muestra que presenta en la sala de exposiciones de La Marina apuesta por una pintura muy onírica en algunos cuadros.

-Creo que presento obras muy sentimentales debido al Diseño Gráfico. Me enseñaron mucho a investigar en distintas técnicas y también aprendí a representar las cosas sin tener que ser totalmente figurativas, lo que ha ayudo a configurar mi estilo que se puede apreciar en estas 30 obras de formato medio, fundamentalmente.

-En «La habitación de los sueños» se aprecian dos partes bien.

-Efectivamente al entrar en la sala hay una serie de cuadros con tonos más azules, más relajantes. Con esas obras quería expresar la sensación de que estamos en un mundo de sueños a través de la creación de atmósferas muy nebulosas. Poco a poco se va cambiando hacia una gama de rojos y hasta de marrones, pero tratados suavemente excepto en una pared en la que se aprecia más el color, dado que representan pesadillas. (Risas). La mayoría de las obras son imágenes de sueños reales y creo que según su tipología he utilizado un color u otro e incluso intercalo letras, empleo arena, telas?. Muchos de los materiales que uso son reutilizados.

-En un cuadro usa hasta maderas.

-Se trata de una representación que alude al muro de Berlín, ciudad en la que viví una temporada. Me dejó huella que todavía se perciba la separación entre ambos lados, el pobre y el rico. En este cuadro he plasmado todo aquello que me sugirió el muro y la decadencia de algunas zonas. Es un cuadro que tiene un armazón en madera, con los listones clavados a mano. Presenta una apertura en el centro tras la que hay unas varillas metálicas. Por encima he conseguido la sensación de pared utilizando yeso. La arena y óleo, muy diluido y frotado, los utilicé para dar la apariencia de usado. También aparecen textos en distintos idiomas tratados con disolventes.

-La letra también la emplea en otras piezas.

-Tiene protagonismo en una obra dedica al 11 M. Son frases que escribió la gente. Esta obra ha sido una manera de manifestar mi dolor por el atentado y como homenaje a los fallecidos y a sus familias. También dedico un cuadro a Leonardo Da Vinci donde las uso.

-Usted representa a los creadores emergentes. ¿Es laborioso hacerse un hueco en el panorama artístico actual?

-Sí, realmente nos cuesta hacernos un camino a los artistas jóvenes. Es muy laborioso incluso poder exponer. Para estar presente en esta sala he tenido que esperar tres años, si bien es verdad que había muchas personas que la había solicitado antes que yo. Cuando he ido a galerías a presentarle mi obra, al verme joven ni tan siquiera se han molestado en ojear mi «book». Cierran puertas en cuanto te ven joven porque no tenemos un nombre, pero si no dan oportunidades es imposible hacerse con un prestigio. Poco a poco estoy consiguiendo abrirme puertas. Desde mi punto de vista, las muestras colectivas favorecen darte a conocer si llevas varios cuadros porque con una sola pieza si no conectas con el público de poco vale participar en ella.

-Tras esta muestra de Zamora, ¿qué proyectos tiene?

-Estoy ya proyectando la siguiente exposición que centraré temáticamente en los pueblos blancos o bien en la naturaleza mezclando técnicas con telas y maderas para una sala en El Escorial. Todos los días pinto porque me relaja. Llevo conmigo siempre una libreta en la que voy haciendo bocetos. Paso mis obras del blog al ordenador y allí lo coloreo y posteriormente lo hago en el lienzo.

-¿Dónde quiere que le lleve la pintura?

-Me gustaría poder exponer en el extranjero, en París o en alguna ciudad de Italia. He probado enviando obra a concursos pero hay mucha gente que pinta y que tiene un alto nivel. La crisis no la he notado en los certámenes, pero sí en la venta de mi obra. Desde mi punto de vista la gente no valora suficiente las obras artísticas. Hasta en una ocasión me han dicho que por menos dinero compraban un cuadro en Ikea, cuando mi obra es una pieza única de artesanía.

Zaragoza 1984

Reside en Madrid. Desde muy pequeña le ha gustado dibujar. Estudió Bachillerato de Artes y posteriormente el módulo de ilustración de Grado Superior en la Escuela de Arte número 10 y la carrera de Diseño Gráfico. Esta formación le ha ayudado a investigar en distintas técnicas. Durante un tiempo ha compaginado el diseño con la pintura, aunque desde hace un tiempo se ha decantado por la última. También ha dado clases de dibujo, aunque reconoce que el ámbito de la docencia «es complicado». Admira a Monet y también al fotógrafo Chema Madoz.