Los trabajadores, Hacienda y Seguridad Social y, por último, los acreedores. Éste es el orden legal que seguirá la Sociedad de Turismo a la hora de abonar sus deudas pendientes, que rondan los 270.000 euros. El órgano mixto ha entrado ya en periodo de liquidación después de que la Junta General de Accionistas, con el 100% del capital presente, decretara el pasado miércoles la disolución de la Sociedad de Turismo, lo que implica la extinción de sus relaciones comerciales y laborales con el correspondiente despido de sus cinco trabajadores, a los que debe el pago de varias nóminas y la liquidación.

La disolución de la entidad es un mero acto formal que precede al proceso de liquidación, punto en el que se encuentra ahora mismo la Sociedad para poner al día gastos, ingresos y patrimonio. Sólo cuando las cuentas estén al día se procederá a la extinción y, por tanto, a la desaparición del órgano del registro de sociedades. En el momento actual aparece como «en liquidación».

La comisión liquidadora está formada, según el acta, por el concejal Francisco Javier González, el subinspector de Policía Municipal José Alfonso Pérez Vaquero, el hostelero Javier Ramos y, como suplente, Cipriano García, director general de Caja Rural. Ante la presencia de esta comisión, el Consejo de Administración ya no tiene ni voz ni voto en la Sociedad, de tal manera que «en este momento la entidad no podría comprar ni un bolígrafo», explica el edil de Turismo, Pablo López, quien asumió las riendas de Turismo tras la marcha de San Damián.

La Sociedad de Turismo fue constituida en 2009 por el Ayuntamiento y Azehos con el objetivo de desarrollar actividades de promoción y comercialización turística en la ciudad. Sin embargo, el objetivo de la autofinanciación a medio plazo no sólo no se cumplió sino que la entidad de gestión generó deudas que todavía no ha saldado a día de hoy.

En cualquier caso, desde el equipo de Gobierno defienden que durante su periodo de vigencia la Sociedad «ha cumplido de forma satisfactoria los objetivos de promoción y desarrollo de actividades». En este sentido, achacan a «la crisis económica y las limitaciones administrativas a la hora de gestionar infraestructuras turísticas municipales» como las causas que han impedido cumplir con el objetivo de ingresos extramunicipales. La Sociedad se ha nutrido exclusivamente de los presupuestos municipales, de ahí que, en una coyuntura económica como la actual, el Ayuntamiento haya decidido «reorganizar la gestión municipal en materia de turismo para que sean los trabajadores del Ayuntamiento los que se ocupen de esta gestión, reduciendo los gastos de mantenimiento que estaba generando la Sociedad», apuntan desde el grupo popular, «en la misma línea que otras» administraciones públicas».