La manifestación convocada en la tarde de ayer como colofón a la jornada de huelga contra la reforma laboral superó todas las expectativas. Cerca de 8.000 personas (según los convocantes), y de 3.500 (según la Delegación del Gobierno) se dieron cita en una de las movilizaciones más multitudinarias celebradas en la capital, sólo superada por la protagonizada en el año 2000 para exigir el cumplimiento del Plan de Choque, que congregó a 10.000 personas.

Una elevada participación que contrasta con la escasa incidencia de la convocatoria de paro laboral y que los sindicatos achacan a las presiones recibidas por los trabajadores. «Mucha gente no ha hecho huelga porque ha recibido intimidaciones y amenazas, pero demuestra que está en contra de la reforma laboral con su asistencia a la manifestación», explica el secretario provincial de CC OO, Eugenio González. El balance de los responsables sindicales ante la masiva afluencia de ciudadanos «no podía ser más positivo y demuestra que la clase política se equivoca y es necesario dar marcha atrás, si no lo ven tienen un problema», afirma la secretaria provincial de UGT, Nieves García.

Entre los zamoranos que no habían hecho huelga pero sí acudieron a la manifestación convocada en la tarde de ayer se encontraba Gabriel Sousa, empleado de una empresa de maquinaria agrícola. Según argumenta, «si tienes pocos ingresos y encima pierdes un día de salario no puedes secundar una huelga aunque estés en contra de la reforma». Considera que «el recorte de los derechos laborales y el abaratamiento del despido no es una manera de crear empleo». Otro de los participantes en la movilización es M. C. N., trabajador de una industria cárnica y padre de dos niñas. Ayer cumplió con su jornada laboral pero decidió asistir a la manifestación porque «no es justo que te puedan despedir con una mínima indemnización después de 24 años de trabajo en la misma empresa».

La convocatoria no fue secundada sólo por trabajadores, sino también por estudiantes preocupados por su inminente futuro laboral. Este es el caso de José G., estudiante de Arquitectura Técnica en el Campus Viriato. Según asegura, «la única salida que nos queda a los jóvenes es salir al extranjero». Critica los contratos de formación ofertados por el Gobierno «porque fomentan la precariedad laboral y durante el primer año de prueba te pueden despedir sin indemnización».

La manifestación, que comenzó a las 18.30 horas, se prolongó hasta las 20.00 horas con un recorrido que tuvo que ser ampliado para dar cabida a los miles de manifestantes. La multitud se hizo más visible en la Plaza Alemania, donde los congregantes fueron desviados por las calles Veterinario Guerra y Fray Toribio de Motolinia para regresar por la Ronda de la Feria y evitar su unión con el final de la manifestación, que todavía recorría Alfonso IX. Aún así, los participantes se cruzaron en la mencionada calle, donde se formaron dos pasillos entre las personas que cubrían el recorrido de ida y el de vuelta. La movilización realizó una parada en la plaza de la Subdelegación del Gobierno para concluir en la Plaza Mayor.