El 18,06 por ciento de los contratos firmados en la provincia implican la movilidad geográfica del trabajador, según un estudio elaborado por la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett). Este porcentaje hace referencia a los casos en los que la localidad del domicilio del empleado y la del centro de trabajo no coinciden, y necesariamente ha de producirse un desplazamiento. En Castilla y León todas las provincias presentan un porcentaje superior a la media nacional, del 12,2 por ciento, destacando Ávila con un 21,26 por ciento.

Soria y Valladolid son las únicas provincias de Castilla y León que tienen un saldo positivo entre los trabajadores que llegan y los que se marchan. El resto de las provincias de la región tiene un saldo negativo, es decir, se marchan más trabajadores de los que reciben nuevos. La peor ratio la presenta Zamora, con 0,67, por detrás de Salamanca (0,69), Ávila (0,73) y León (0,74).