En realidad, la iniciativa de la Federación Regional de Municipios y Provincias tiene como fin llegar a un criterio lo más unificado posible, algo con lo que comulgan la mayoría de los políticos. «Es necesario sacar los salarios que cobramos del debate político. De lo contrario, siempre se defenderán cuestiones contrarias desde el partido que gobierna y el que está en la oposición», razona el presidente provincial Martínez Maíllo.

Ahora bien, ¿un criterio o varios? El alcalde de Valladolid, León de la Riva, insistía en tener en cuente diferentes criterios de peso para medir el sueldo que ha de percibir un responsable público. El propio Martínez Maíllo está de acuerdo en tener en cuenta factores como «la población que representa o el criterio que maneja», aspectos a los que se pueden sumar otros como el número de funcionarios que tiene a su cargo el regidor.

En todo caso, el también vicepresidente de la Federación Española de Municipios y Provincias destaca que «ésta no es una prioridad para el órgano». Los puntos de interés están, según apunta, en otros aspectos como la reorganización territorial, la asunción de competencias y el problema de financiación de los ayuntamientos.

De esta forma y aunque parece que el plan de salarios es solo una recomendación, dadas las reacciones, parece que escasamente será atendida en un momento en el que priman otro tipo de problemas económicos.