Un nutrido volumen de poemas de Jesús Hernández Pascual ven la luz en el poemario póstumo «Poemas de viento y Sol. Zamora 1960». La publicación ha partido de una sobrina del artista, Encarnación Prieto Hernández, quien ha concluido la tarea que inició su tío. «Él ya había seleccionado y preparado los poemas, pero no llegó a editarlos debido a su fallecimiento», indica.

Jesús Hernández Pascual, alumno de la Escuela de San Ildefonso y titulado en Bellas Artes por San Fernando, ejerció la docencia en el instituto Claudio Moyano. El artista, que fue un estudioso del Románico y de la imaginería zamorana, dedica versos a la tragedia de Ribadelago, al maestro de capilla de la Catedral, Gaspar de Arabaolaza o al escritor Jesús Hilario Tundidor así como al sepulcro de la Magdalena, a la torre de Santa María del Azogue o bien a la cúpula de la Catedral. Un último grupo de estrofas las centra en el Yacente, La Soledad, el Silencio o el Merlú.