Son una gran familia que celebra este sábado su vigésimo quinto cumpleaños. Lo harán como mejor saben, con un concierto en el auditorio del Seminario (20.00 horas) en compañía de la formación hermana de Villaralbo. La Banda de Cornetas y Tambores «Jesús Nazareno» reivindicará su sitio en la Semana Santa con el sonido recio de sus instrumentos. «Somos los grandes olvidados», clama su director Gabriel Sacristán, quien se pregunta «por qué las formaciones instrumentales cobran 3.000 euros por actuación y nosotros tenemos que pagar nuestra cuota religiosamente».

La aventura nació en 1987 cuando La Congregación «empezó a pensar en una banda propia». Aquel grupo de 38 integrantes inició su andadura abriendo el desfile de la Cofradía de Jesús Nazareno bajo la batuta de José Miguel Morán, hoy merlú. El propio Gabriel tomó el relevo y es el único integrante que resta de aquellos inicios junto a José Carlos García y José Patricio Fruto. Con los años, la banda diversificó sus actuaciones participando en La Soledad o el Vía Crucis. Hoy, son cerca de un centenar de músicos sitúan la última década como «la mejor etapa» que han vivido.

Veinticinco años llenos de dificultades. La principal, el sitio de ensayo. «Nos han echado de todas partes», reconoce Sacristán. Comenzaron en la Plaza de Toros, se mudaron al colegio Jacinto Benavente, después a Valorio y acabaron bajo el Puente Nuevo. En todos los lugares, «molestaban» sus ensayos. Claro que la corneta y el tambor molestaba menos en Semana Santa. «Ahora estamos en la Ciudad Deportiva, satisfechos», aclaran.

«Jesús Nazareno» es una banda «especial», según puntualiza su director. No solo por «ir de otra manera» a la procesión del Viernes Santo, con todos sus matices. Sino también por el aguante de unos músicos que sacan fuerzas de donde no las hay. «Salimos los primeros, acabamos los últimos en las Tres Cruces y reanudamos la procesión también en primer lugar», ironiza el director. Y cuando llegan a eso de la una del mediodía al Museo, «tocamos las tres últimas y aún queremos más».

El sábado alternarán el escenario con la banda hermana de Villaralbo e incluso tocarán juntos. Su camino: adaptaciones de marchas instrumentales a la corneta que «gustarán a unos más que a otros». Será el momento de recordar el último cuarto de siglo, en el que «he ganado muchísimos amigos, pero también los he perdido», remata Sacristán.

«Nos han echado de todos los sitios de ensayo: desde Valorio al Puente Nuevo»

«En estos años, he ganado muchísimos amigos, pero también los he perdido»

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Director de la Banda de CC y TT «Jesús Nazareno»