«La dejadez institucional» es la causa que, a juicio de Adeiza, determina que la muralla se deteriore, ya que el Ayuntamiento «no ha sabido ni protegerla ni mantenerla». Los independientes reprochan a la institución local «el doble rasero para medir las propiedades que limitan con el recinto amurallado porque por un lado unas pierden su valor y son expropiadas y, por otro, a algunos edificios les dejan permanecer unidos a la muralla».