La Penitente Hermandad de Jesús Yacente abrió ayer uno de los actos clave en la cofradía, los Vía Crucis en tiempo de Cuaresma. La iglesia de San Andrés -sede de la mayor parte de los actos desde el cierre por obras de Santa María la Nueva- sirvió de marco a la santa misa y el primero de los cuatro rezos programados antes de la Semana de Pasión en memoria de los hermanos difuntos. El Coro Sacro Jerónimo Aguado puso las notas musicales a la emotiva ceremonia en el templo románico.