La Escuela Universitaria de Magisterio de Zamora acogió ayer la fase local de las pruebas clasificatorias para la Olimpiada de Física, que reunió en la capital a 31 alumnos de primero y segundo de Bachillerato que buscan un puesto en la prueba nacional.

Jóvenes de los institutos Poeta Claudio Rodríguez, Universidad Laboral, Claudio Moyano, González Allende, de Toro y el colegio Corazón de María de la capital afrontaron la prueba, de tres horas de duración, sumando por cuenta propia un examen más a los que ya abultan su calendario escolar. «Vengo porque quiero, nadie me obliga, aunque nuestro profesor nos ha animado a participar», se pronuncia Mario Rodríguez, alumno del IES Poeta Claudio Rodríguez.

La propia Universidad de Salamanca, a través de la Facultad de Ciencias, la Escuela Universitaria de Magisterio de Zamora y la Escuela Politécnica Superior de Ávila, acogió durante la tarde de ayer la fase local de la Olimpiada de Física, en la que participan un total de 88 estudiantes de las provincias de Salamanca (48), Zamora (31) y Ávila (7). La cita, organizada por la Real Sociedad Española de Física, consiste en una prueba de carácter competitivo para los alumnos de primero y segundo de Bachillerato, cuyo objetivo es atraer a los estudiantes más capacitados hacia esta disciplina.

Los tres primeros clasificados de la fase local tendrán derecho a participar en la «XXIII fase nacional de la Olimpiada de Física», que se celebrará en Bilbao del 20 al 23 de abril.

Además, los alumnos que consigan los cinco primeros puestos de la fase nacional podrán formar parte de la delegación que acudirá a la «XLIII Olimpiada Internacional de Física» que se celebrará en la capital de Estonia, Tallín desde el 15 al 24 de julio. Los participantes que queden entre el sexto y el noveno puesto formarán parte de la delegación española de la Olimpiada Iberoamérica que se llevará a cabo del 17 al 22 de septiembre.

A pesar del largo recorrido que los estudiantes zamoranos pueden tener por delante en las sucesivas etapas, ganar cada una de las pruebas no es el objetivo principal de los jóvenes alumnos, que ven la oportunidad «como una forma de comprobar el nivel que tenemos y probar suerte con los contenidos que hemos aprendido en clase», se pronuncia Miguel Lobo, del Corazón de María.

Futuros profesionales de la física, ingenieros forestales e incluso aeroespaciales se dieron cita en esta prueba, que reúne a los alumnos más brillantes de cada disciplina, aunque aseguran que no se pasan el día estudiando. «Cuando hay exámenes se le dedica más tiempo, pero si no tampoco hay que estar toda la tarde metido en la habitación», reconoce el tabarés y alumno de la Universidad Laboral, Jorge López.

En los próximos días se conocerán los resultados de las pruebas locales a las que se han enfrentado los 31 alumnos procedentes de la capital y la provincia.