Escritor zamorano

N. S.

El escritor zamorano David Refoyo acaba de concluir una nueva novela y está pendiente de que su primera obra literaria en prosa se edite en Latinoamérica y se traduzca al italiano, entre otros proyectos.

-La edición de su primera novela «25 centímetros» está casi agotada.

-Sí. Además, estoy pendiente de su publicación en Italia y en Sudamérica. En el primer caso se ha puesto el traductor en contacto conmigo para que lo publique una nueva firma italiana, mientras que en el segundo una editorial sudamericana ha hablado con la empresa española que me publicó la novela. La difusión de mi obra sería para Venezuela, Colombia, Argentina y Uruguay, lo que supone un mercado de lectores bastante amplio. Sería la primera vez que se lleva obra mía fuera de España y sería mi primera traducción.

-Acaba de finalizar una segunda novela, ¿de qué va?

-En el verano concluí una novela titulada «El día después», pero todavía ninguna editorial se ha interesado en ella. Se trata de un homenaje al programa de Canal Plus de Michel Robinson. El fútbol es un tema poco tratado en España frente a Latinoamérica donde sí se ha escrito más sobre el asunto. Es un libro de fútbol, pero no planteado desde el punto de vista épico y deportivo. El enfoque que otorgo es social y conspiranoico, dado que parto de la idea que el fútbol mueve todo. El protagonista principal es la propia liga de Primera División y un profesor universitario, quien tiene un blog en Internet en el que pronostica los resultados a través de las noticias políticas y económicas. Intuye cuando va a ganar el Real Madrid o bien cuando va a perder el Barcelona y siempre acierta.

-Usted estuvo implicado en el cortometraje «De Cacabelos al Nou Camp», pero ¿cuál fue el germen de esta novela?

-No me considero muy futbolero, pero lo que sí me llama la atención es la repercusión que genera este deporte. De alguna manera el detonante de la publicación son las conversaciones con mi amigo Mario Crespo, el director del corto. Alrededor de un café hablamos de fútbol, principalmente de los entrenadores, y de todos los personajes que se encuentran detrás de esta práctica deportiva. Mario en su último libro «Biblioteca Nacional», también introduce un personaje deportivo, Pep Guardiola. Yo abordo el tema del fútbol y, si se publica, no me gustaría que quedara en un mero libro deportivo reservado a los forofos.

-¿Está siendo complicado que una editorial se interese?

-Lo he enviado a un par de ellas hace unos meses. Cuento ya con libros en el mercado, pero no es sencillo ahora publicar por la crisis. Editores con los que he trabajado están pasando un mal momento. Se han recortado subvenciones. El librero no paga al editor y éste a su vez no le da su parte al escritor. Desde mi punto de vista ahora cuidan mucho qué publicar y están más pendientes de respaldar a los autores que saben que van a vender un mínimo de volúmenes frente a apostar por escritores más desconocidos.

-¿Esta tendencia la están siguiendo también las firmas independientes?

-Quizá se están arriesgando un poco las editoriales de poesía, pero es un género minoritario en el que no se editan más de cien ejemplares. En una novela, cuya edición es más amplia, ahora es laborioso que publique.

-¿Ha pensado editar usted a través de la red?

-Lo estoy sopesando, pero fundamentalmente para dos proyectos poéticos que tenía aparcados. Uno de esos libros lo tenía apalabrado y firmado con una editorial, pero como no acababa de salir y la empresa estaba un poco ahogada, les quise descargar del compromiso. Este libro tengo la intención de moverlo en papel. No sé si haré una autoedición y lo distribuiré a través Internet, como se hizo en la antología «Canciones en braille». Se trata de un pedido bajo demanda. El lector compra por Internet y se manda a casa. Es un poemario titulado «El país de la oportunidad» va en la línea rock and rock del medio oeste americano, mientras que el otro es una obra que sigue la filosofía de «Odio», es más experimental. Creo que este segundo tiene posibilidades de ser publicado por alguna editorial o bien a través de concursos literarios, pero no me cierro puertas porque creo que el libro digital va a acabar imponiéndose.

-¿Apuesta por publicar para el formato digital?

-Sí, desde luego. El problema es que los editores españoles todavía no han comprendido mucho el sistema digital. No es de recibo que te cobren 25 euros por un libro en papel con pastas duras, con una edición muy cuidada, y 18 por el digital, cuando los gastos son mínimos, lo que le den al autor y al maquetador que es el mismo que en papel. Hasta ahora los editores con esos precios han hecho que el público todavía no haya respondido. Amazon ha entrado de lleno y creo que va a acabar con las editoriales tradicionales.

-¿Desaparecerá el libro en papel?

-No, creo que lo que desaparecerá serán los libros innecesarios que se podrán leer en cualquier otro formato. No obstante, estimo que sobrevivirán aquellos de experimentación con collages, dibujos y poesía porque hay un público al que le interesan mucho. Pero entre adquirir una edición de bolsillo de Anagrama y un ebook a un euro, me compro el digital, me lo leo y si me interesa mucho lo adquiero en papel en una edición cuidada. Desde mi punto de vista con el papel sucederá como con los vinilos que se pronosticó que iban a desaparecer, pero ni el casete, ni el compact disc han podido con él. Incluso ahora muchos artistas que se autoeditan están dando a conocer su trabajo a través del vinilo porque hay gente que lo demanda.

-¿Es lector del libro electrónico?

-Sí, gracias a este formato he recuperado la lectura de muchos libros que hacía mucho tiempo que no leía, dado que son los únicos títulos que carecen de derechos de autor. Así he redescubierto la generación del 27 que había leído, pero que tenía olvidada desde hace más de diez años. Todavía no he encontrado libros actuales de manera gratuita.

-Usted, Mario Crespo, José Ángel Barrueco, Luis Ingelmo... hay una generación de escritores jóvenes zamoranos que se abren un hueco. ¿Qué tiene esta ciudad?

-Todos somos coetáneos. Es un asunto que he hablado con mi amigo Mario Crespo en alguna ocasión. No sé qué tiene la ciudad realmente, pero desde Claudio Rodríguez, Tundidor a artistas como Luis Quico, Antonio Pedrero, Tomás Crespo hasta escritores más actuales como Rodríguez Tobal, Jesús Losada, Tomás Sánchez Santiago, Luis García Jambrina... En todas las generaciones ha habido representantes de distintas artes de calidad. No sé si es porque en la ciudad no hay otra cosa que hacer y buscas una forma de expresarte a través de la creación. En el caso de los escritores más jóvenes estamos siendo publicados por editoriales nacionales no de primera fila, pero los libros están viendo la luz y están teniendo cierta repercusión. También creo que hay que tener en cuenta el factor suerte. El estar en el momento adecuado y escribir lo que buscan esas empresas.

Zamora, 1983

Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad Pontificia de Salamanca, máster en diseño web en Madrid. Ha publicado la novela «25 centímetros» en 2010 y «Odio» el pasado año. Está presente en diversas antologías como «Canciones en braille» «Nadando contra corriente», «Viscerales», «Bar sabia» o «Palabras para Cervantes» entre otras. Ha colaborado en cortometrajes, exposiciones y publicaciones. Desde hace un año vive de nuevo en Zamora. Actualmente trabaja de freelance en el mundo de la publicidad, el diseño gráfico y web. Aficionado al fútbol, se enorgullece al decir que es seguidor del Zamora.