N. S.

Con el canto en el que las águedas piden autorización para acceder al templo al sacerdote comenzó la bendición de la imagen de la nueva santa ayer en una iglesia de San José Obrero llena de feligreses.

Tras el corte de la cinta el nutrido grupo de mujeres que conforman la asociación cultural avanzó hacia el altar mayor, donde se encontraba la Virgen, situada sobre sus andas y adornada con un bello ornamento floral.

Santa Águeda suscitaba la curiosidad de muchos feligreses y de las águedas invitadas. «Ha quedado muy bonita», comentaba una niña minutos antes del inicio del acto del que no perdió detalle el autor de la imagen, el joven zamorano José Ángel Domínguez que manifestaba: «Espero que mi trabajo guste».

«No hemos salido a la calle por el frío, pero las recibimos con gran cariño», indicaba el sacerdote Luis Miguel Rodríguez Herrero a los presentes al tiempo que resaltó: «Que santa Águeda nos inspire en nuestros pasos». «Espero que con su culto haga que vivamos con esperanza» y aludió a que «los santos interceden por nosotros». A continuación bendijo a la imagen y a las águedas presentes, tanto las vinculadas a San José Obrero, como grupos de aguederas de Los Bloques y de Casaseca de las Chanas o Valcabado.

Ya en la calle seis parejas de mujeres, vestidas con trajes tradicionales, danzaron el baile de la Virgen, de origen medieval, a su santa, mientras que la talla se encontraba en el umbral del templo. Posteriormente, la imagen recorrió las principales calles del barrio precedida del pendón del colectivo, la cruz parroquial y arropada por las águedas y las mayordomas así como autoridades, como el concejal de obras, Manuel Hernández, y los feligreses.

«Para nosotras es un día muy especial», comentaba la presidenta del colectivo, María del Pilar Esteban Díaz.

La imagen de santa Águeda la ha realizado el zamorano José Ángel Domínguez por encargo de la asociación cultural de águedas de San José Obrero, que el pasado año adoptó el acuerdo de efectuar una figura, ya que carecían de una imagen de santa que honrar. Mide unos 50 centímetros, el cuerpo y la cara está realizada en madera de abedul, mientras que las manos son de tilo.

La imagen, que permanecerá en una capilla de San José Obrero, tiene un manto en tonalidades azules, vestido rosado y es castaña. En la mano derecha sujeta una bandeja donde están sus pechos y la izquierda, la palma de martirio.