Bajo el título de «Comunicación familiar» el miembro de CEAPA Pablo Gortázar participó en una jornada en Zamora con los responsables de las AMPAS de la provincia, donde se ofrecieron y pusieron en común las claves para una educación en valores y con el niño como protagonista.

—¿Qué ha trasladado a los padres zamoranos en su intervención?

—Hemos revisado las creencias de lo que pensamos que es la educación, porque cómo educas a tu hijo tiene mucho que ver con cómo lo miras. Si tú estás convencido de que tu hijo tiene que obedecer, probablemente serás un padre muy autoritario y todo lo que hagas está sometido a que si te obedece es bueno. Es muy típico que alguien te diga que tiene una hija buenísima y lo que tiene es una hija sumisa, sin embargo cuando se revela, cuando contesta, le da su opinión o dice lo contrario deja de ser buena.

—¿Qué fallos más comunes comenten las familias en la educación de sus hijos?

—Por ejemplo perder el respeto a los hijos. El abuso del poder es muy común, porque los padres tienen toda la potestad sobre una persona pequeña, por la que puedes decidir todo. También se tiende a la sobreprotección y a pensar que una persona es más libre si la dejas hacer lo que quiera, pero toda la sociedad está llena de normas y está comprobado que la convivencia es más fácil cuando todo el mundo tiene claro que hay una serie de reglas que hay que cumplir.

—También se apuesta ahora por la autonomía del niño desde edades tempranas.

—Sí, desde la visión de que un niño es un proyecto de vida no hay que caer en el error de que el niño es tuyo para toda la vida, sino que tiene que madurar y que lo vas a tener una temporada y lo importante es que el resto de vida lo pueda gestionar con calidad. Por eso es importante que un valor muy claro de la educación sea la autonomía, es decir, cuantas más cosas le dejes al niño que haga solo y menos hagas tú, más posibilidades de que sea competente y sea feliz.

—¿Cómo es la participación de los padres zamoranos en las asociaciones de los colegios?

—En Zamora el porcentaje de participación en las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) esta entre el 60 y el 80 %. Cuanta más pequeña es la población más alta es la participación, porque la gente se identifica más con su centro escolar y así más multifunciones tiene ese colegio. Para ser la población de papás y mamás, que tienen que conciliar la vida laboral y la familiar, el dato es para tener en cuenta, porque de forma directa participan en cada centro diez personas, y de forma indirecta cien, que no está nada mal.

—¿Favorece al niño que los padres participen en el AMPA del colegio?

—Muchísimo. En España hay experiencias con las comunidades de aprendizaje, que son un modelo anglosajón donde es imposible concebir una escuela que no la construyan todos. En nuestro modelo latino la escuela es un lugar donde solo vas a aprender lo académico, que es la escuela franquista que hemos heredado no tiene nada que ver. Allí hay muchísimas actividades, como teatro, periódico, deportes… es un lugar donde la gente encuentra respuestas a sus problemas, y no solo los académicos. En mi pueblo, en Hoyo de Manzanares, el AMPA oferta unas 18 actividades, que dan respuesta a más de 300 niños, por lo que es indiscutible que más de 300 familias pueden conciliar mejor su vida laboral y familiar gracias a ella.

—¿Qué pasa cuando un AMPA desaparece?

—Cuando se cierras las Ampas hay un mercado oculto que sale, pero no es tan variado. Es muy típico que en cuanto desaparece la asociación surja una academia de inglés. La contradicción es que el mercado no ha encontrado respuesta a esto, porque si te ponen a buscar gente que te imparta teatro es muy complicado, sin embargo los padres valoran mucho que sus hijos puedan hacer este tipo de actividades, que fuera del colegio son muy caras o no existen. Tienen un papel muy importante.

—¿Qué diferencia marca un AMPA activa en la vida de un colegio?

—El AMPA revaloriza el colegio, porque un centro en el que solo se hacen exámenes, para los niños de fracaso escolar es un lugar al que van con desgana, pero si hay además un periódico, deportes, actividades culturales… puede suspender pero puede ser el mejor metiendo un gol, participando en una obra… y así el colegio se convierte en un lugar más integrador. Es como en el mundo anglosajón, donde se valoran mucho los deportes y también les ayudan a crecer como personas.

—¿Están desapareciendo muchas Asociaciones de Padres?

—Sí, por la jornada partida, porque ya hay que negociar con el director que te deje la llave, tienes la responsabilidad de lo que ocurra en el centro...